De ejes preferenciales a parqueos públicos

La falta de estacionamiento obliga a los conductores a infringir la ley de tránsito

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De ejes preferenciales a parqueos públicos

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2014-02-09 8:00:00

Los problemas de congestionamiento vehiculares en la ciudad capital y en el resto de las cabeceras departamentales del país es el pan diario para los salvadoreños.

A esto se suma las infracciones cometidas en los ejes preferenciales, los cuales al ser ocupados como parqueo, dificulta la libre circulación, sobre todo en aquellas arterias de mayor flujo automotor.

En San Salvador, las zonas de mayor incidencia son los hospitales, centros educativos, universidades, oficinas gubernamentales, las plazas, supermercados y ferreterías, entre otros.

Los conductores que violan el reglamento corren el riesgo de hacerse acreedores de una multa, tipificada como “muy grave”, mientras que otros dicen desconocer el costo de la misma o que el lugar era una zona prohibida.

Según agentes de tránsito, todos los días realizan patrullajes en el área metropolitana de la ciudad y tienen lugares ya identificados. Los alrededores de los hospitales como el Rosales, Maternidad, Primero de Mayo, Benjamín Bloom, y sectores al centro de gobierno figuran en la lista.

Una de las más concurridas en horas de la mañana es la 1a. Calle Poniente, justo en el tramo que comprende al hospital Rosales y la torre oncológica del Seguro Social, y sobre la 33 Avenida Norte en las inmediaciones del Instituto del Cáncer.

Ahí, el eje preferencial pasa a ser un estacionamiento público para los vehículos particulares, autobuses y taxis, unos a la espera de sus parientes; y en el caso de los vehículos de alquiler, de posibles clientes.

Las personas justifican su falta al reglamento debido a la poca disponibilidad de espacio para estacionamientos en este centro asistencial de primer nivel, cuya demanda es alta.

“El hospital no tiene parqueo y el único lugar es la calle, ya que no tenemos para pagar los que son privados porque cobran por hora y a veces nos toca esperar hasta después del medio día”, manifestó Eduardo Martínez, quien vino a tempranas horas de la mañana desde Aguilares y estaba a la espera que su madre saliera del nosocomio.

Otro punto crítico es para los que circulan en los sectores de la colonia médica, los alrededores de la ex embajada y la 25 Avenida Norte y Sur, donde encontrar algún espacio libre es casi imposible.

Una arteria que también luce congestionada en horas de la mañana y tarde es la 9a. Calle Oriente, a un costado de la alcaldía de San Salvador.

Las cunetas pintadas de amarillo indican que se trata de un eje preferencial y lo confirman la señal de tránsito colocada sobre la acera; pero, este aviso pasa desapercibido por los conductores.

Debido a la fila de vehículos en ambas lados, solo es posible transitar al centro de la calle. Además, los negocios que ofrecen sus productos colocan “burritos” o conos para reservar espacios a sus clientes.

Muchos vendedores se han apropiado de la calle, cobran por estacionarse y obstaculizan el transporte. Eso es ilegal, pero ninguna autoridad hace nada al respecto.

En la Calle Concepción y la 24a. Avenida Norte, frente al mercado de mayoreo La Tiendona, la situación es la misma.

Otra de las calles identificadas con este problema es la 79 Avenida Sur, donde los automovilistas particulares se posesionan de la calle en horas de la noche y los fines de semana, a pesar de existir un parqueo en la iglesia que frecuentan.

Estas solo son algunas arterias obstaculizadas por el incumplimiento del reglamento de tránsito terrestre y que muchos conductores desconocen, o hacen caso omiso; y aplican su propia ley, la del más fuerte.

Ordenar el tránsito en una sociedad donde no hay cultura vial es complejo, y el problema, dicen las autoridades de tránsito, es que existe mucho conductor empírico y le restan importancia al reglamento terrestre.

Además de los carros particulares, el transporte colectivo es el que más irrespeta los ejes preferenciales al convertirlos en parada para subir y bajar a los usuarios.

Para muestra, en un intervalo de una hora, de 6:30 a 7:30 de la mañana, en la 11a. Calle Oriente, se aplicaron cerca de cinco esquelas por bloqueo de cale a conductores de autobuses, quienes no acataron las indicaciones de los agentes de tránsito de la Policía Nacional Civil que agilizaban el paso en la zona.

Señalización deteriorada

Los conductores sancionados, y hasta sorprendidos, aseveraron desconocer que se trataba de un eje preferencial o simplemente asumieron demencia a la hora de firmar la esquela.

“La pintura ni se nota. Tengo meses estacionándome aquí y hasta ahora vienen a ponerme una esquela”, señaló David Hernández, quien aguardaba la salida de su madre frente al Instituto del Cáncer.

De acuerdo a los automovilistas consultados, el estado en que se encuentran las señales de tránsito es deplorable y les resulta difícil ver si es o no una zona restringida.

En un recorrido por al área metropolitana se observó ejes preferenciales cuya pintura se ha decolorado por completo, y si la hay es muy mínima.

Además, la falta de señales como “No estacionarse”, ” Eje preferencial”, ” Horario restringido”, “No bloquear intersección”, están dañados y hasta han sido removidos.

El ente responsable del mantenimiento es el Viceministerio de Transporte, mientras que a la División de Tránsito Terrestre de la PNC le corresponde hacer valer el cumplimiento de la ley.

Disposición Municipal

De igual manera, las municipalidades tienen la responsabilidad de regular los espacios públicos para que ninguna persona se apropie de ellos.

Asimismo, es requisito que los negocios dispongan de un área para el estacionamiento de sus clientes.

También es su responsabilidad sancionar a los conductores que hacen uso de la acera para estacionarse.

Al respecto, el directo del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM), Gilbert Cáceres, dijo que éstas son de uso exclusivo para los peatones, y aunque no se considera delito, sí está contemplada en la Ordenanza de Convivencia Ciudadana del municipio de San Salvador.

El artículo 31 expresa que impedir o dificultar la circulación de vehículos o peatonal en la vía pública, por cualquier causa, ya sea por cargar o descargar mercancía en horas no establecidas, es sujeto a una sanción.

Esta infracción es tipificada como grave y la multa oscila entre $51 a $900 dólares.

También, obstruir la vía pública para convertirla en parqueo privado, ya sea en aceras o pasarelas, parques, calles y avenidas, es calificada como una sanción leve, cuyo costo es de 10 a 15 dólares.

Según el director, el promedio de esquelas es de 10 a 15 semanales, lo que en el mes suman entre 40 a 60 sanciones.