Dan adiós a compatriota asesinada en ataque en Woodbridge, Virginia

Víctima del asalto a una tienda será repatriada el viernes a El Salvador

descripción de la imagen
En una emotiva ceremonia de despedida, familiares y amigos de la joven Glenda Marisol Coca Romero, la despidieron durante una misa en Virginia. Foto EDH / Tomás Guevara.

Por tomás guevara Corresponsal en Washington

2014-02-27 7:00:00

Familiares y amigos de la joven Glenda Marisol Coca Romero, de 21 años, asesinada la noche del viernes recién pasado en una tienda de alimentos y abarrotes en Woodbridge, Virginia, la despidieron en una emotiva misa de cuerpo presente la tarde de ayer y el velorio en una funeraria del poblado.

La joven salvadoreña se ha convertido en la primera víctima de homicidio en lo que va del año en el condado de Prince William, en las periferias de Washington, luego que tres sujetos encapuchados entraran al establecimiento comercial justo cuando estaban a punto de cerrar dicho local.

Los hechores se dirigieron directo a la zona de las cajas registradoras y dispararon a quemarropa a Coca Romero, quien murió en el instante e hirieron de gravedad a una segunda víctima, quien sigue hospitalizada en un centro hospitalario de la zona con custodia policial las 24 horas del día.

El sacerdote salvadoreño Milton Acevedo, responsable para la comunidad hispana de la Parroquia Nuestra Señora de los Ángeles y que ofició la misa de cuerpo presente de la joven víctima, quien asistió a esa parroquia desde que llegó a Estados Unidos, hace dos años, externó en su mensaje el dolor que embarga a esa comunidad de fe al vivir esta tragedia, que ha cegado la vida de una muchacha alegre, colaboradora con las actividades de la Iglesia y quien planeaba el bautizo de su pequeña hija, que ahora queda en la orfandad para los meses próximos.

Acevedo, quien llegó a Woodbridge, Virginia, procedente de la diócesis de Zacatecoluca, La Paz, para pastorear esta comunidad cristiana, comentó a El Diario de Hoy que la comunidad salvadoreña está en “shock con este hecho de barbarie, por este ataque a las dos mujeres en su lugar de trabajo, en una tienda que es del pueblo donde uno llegaba y encontraba siempre a Marisol atendiendo a nuestra comunidad con tanta amabilidad”, comentó.

Este hecho, donde los tres asesinos entraron por la puerta principal de la tienda Platanillos Grocery, ubicada en un populoso sector de Woodbridge, donde hay un fuerte asentamiento de salvadoreños y de otros países centroamericanos que conforman su clientela, la Policía aún no ha revelado un avance en las investigaciones.

Sin embargo, el caso ha sido tomado como prioritario por el departamento policial del condado y la Policía Estatal de Virginia, por la forma del asesinato y los indicios de que, en la zona, han aparecido marcas alusivas a la pandilla MS-13, lo que ha generado más temor entre la comunidad salvadoreña.

La Policía sigue compilando información con las cámaras de seguridad del establecimiento dirigidas hacia la zona de las cajas registradoras, donde los sujetos perpetraron el ataque en menos de 15 segundos desde que entraron y salieron de dicho comercio. Además, registros de cámaras que están en poder de la Policía muestran otros detalles de los sujetos que entraron al establecimiento evadiendo una de las cámaras del parqueo.

“Se ve que uno de los tipos pasa debajo, se esconde del alcance de la cámara y les hace las señas a los otros para que corran hacia adentro, eso ahí está y la Policía tiene todo esa información”, aseguró Elías Mejía, propietario del establecimiento.

Temor de empleados luego de ataque

El dueño de la tienda Platanillos Grocery, Elías Mejía, quien lleva siete años en el sector, comentó a este periódico que el personal está atemorizado y que, como empresario, aún no toma la decisión de si mantener abierto o cerrar el negocio.

“Todos los empleados están temerosos luego de esta tragedia. Yo he dicho ya que ella era una muchacha decente, trabajadora, que no andaba en nada malo para siguiera especular… y en las cámaras se ve que ellas no pusieron ninguna resistencia si se hubiera tratado de un robo, como ya nos había pasado dos veces antes, donde se llevaron dinero, pero eso se repone, no una tragedia como esta que estamos viviendo”, explicó el empresario salvadoreño.

Al indagar si luego del atraco se han reforzado las medidas de seguridad para el establecimiento, el empresario reconoció que lo único que han hecho es disminuir las jornadas de trabajo para cerrar antes de las 9:00 de la noche y que la Policía del condado está dando rondas por las calles aledañas.

Además, agregó que sus empleados le manifiestan su temor y todos coinciden en que, por ahora, la Policía está manteniendo una vigilancia constante por el centro comercial donde está la tienda. “Ellos (la Policía) me han dicho que están concentrados en este caso, y la vigilancia, pero esto (es) por ahora, al pasar un tiempo uno sigue ahí a merced”, comenta angustiado.

Para el proceso de repatriación de la compatriota, una compañía salvadoreña: Alma Cuscatleca, que está ubicando el nicho de mercado de repatriación de cuerpos de salvadoreños residentes en Estados Unidos, se ofreció en donar el servicio por la consternación que ha causado este ataque, y por tratarse de una joven madre y de una familia de salvadoreños trabajadores que buscan un mejor porvenir en este país, aclaró Javier Torres, encargado del proyecto en el área metropolitana de Washington.