El pasajero incógnito del Ferrari accidentado

Durante el accidente, la madrugada del martes, sorprende el despliegue de policías, a 400 metros de la residencia presidencial y 100 de un hospital privado

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Vista del golpe en el costado derecho del parabrisas y que se presume fue hecho con la cabeza del pasajero. EDH / Archivo

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2014-02-19 8:00:00

Para las autoridades, quizá nunca se había visto que un conductor tomara un auto para subir a toda velocidad en la pronunciada pendiente de la avenida Jerusalén hacia el Paseo General Escalón y se estrellara contra el redondel Masferrer.

Más insólito es que el conductor se descontrolara al punto de acabarse un Ferrari 2014, valorado en más de $220 mil.

También resulta inexplicable que la zona, inmediata a la Residencia Presidencial, fuera fuertemente acordonada hasta con agentes elites del Grupo de Reacción Policial (GRP).

Pero lo que más intriga es que si bien se ha dicho quién conducía el auto, no se diga nada de quién lo acompañaba y que supuestamente resultó gravemente lesionado.

La prueba de lo anterior es que el auto tiene rajado el parabrisas, lo que demuestra que el acompañante del conductor fue impelido hacia adelante con el impacto hasta golpear su cabeza con el vidrio (a pesar de que se activaron las bolsas de aire).

Esas son las mismas interrogantes que se hace la Policía de Tránsito, que dice que no ha localizado ni mucho menos identificado al misterioso ocupante.

En ese mismo redondel, casi en las mismas circunstancias, otro conductor mató a tres personas por exceso de velocidad.

En el acta de inspección de la Policía de Tránsito se destaca que por el golpe que presenta el auto deportivo se establece que el acompañante pudo haberse golpeado con la cabeza en el parabrisas al momento del choque contra un árbol.

El conductor del auto ha sido identificado por la Policía como Eduardo Antonio K. A., quien resultó con golpes leves que no requirieron de que fuera hospitalizado en un centro asistencial privado cercano al sitio del accidente en la colonia Escalón.

“Tiene un golpe como que es de cabeza, presumimos que es de cabeza, eso no está confirmado, no estamos seguros, pero no hay evidencias tan claras porque buscamos residuos de cabello y no encontramos, pero el golpe es de una segunda persona según se ve”, dijo un oficial de la Policía.

El hecho de que iba una segunda persona en el auto fue confirmado por personal de seguridad de Eduardo Antonio K. A. Según el oficial, “ellos mismos (los de seguridad) dijeron que iba una segunda persona, pero tampoco saben quién era o no han dicho mayores detalles (de esta persona)”.

La inspección de la Policía detalla que el conductor del Ferrari pudo alcanzar una velocidad cerca de los 200 kilómetros por hora. “Por la velocidad en la que iba el conductor no le quedó tiempo de reducir la velocidad”, dijo el oficial.

Uno de los guardaespaldas le ayudó al conductor a trasladarse a un centro hospitalario que se encuentra a una cuadra del redondel Masferrer, donde se registró el accidente.

Lo curioso es que ninguno de los custodios da cuenta de la persona que acompañaba al conductor, si se retiró por cuenta propia o si fue auxiliada por otras personas.

En el acta de la Policía, los agentes que hicieron la inspección señalaron que al llegar al sitio solo encontraron a uno de los de seguridad del conductor, quien cuidaba el auto deportivo.

Los agentes detallan en el acta que al llegar al referido centro hospitalario no encontraron al conductor, ya que por los golpes leves que recibió, solo lo habían atendido de forma rápida y luego había sido dado de alta.

Sin embargo, personas comentaron en las redes sociales que les había llamado la atención el amplio despliegue policial que se había hecho en los alrededores del referido hospital.

Incluso, señalaron que algunos policías exigieron los videos a varios negocios del lugar y que no hicieran comentarios del accidente.