Programa aumenta el gastos de las escuelas

Los directores coinciden en que el Ministerio de Educación no les asigna fondos para especies y ellos tienen que ingeniárselas para tener con qué sazonar los alimentos.

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En el centro escolar Montecarmelo construyeron una bodega para evitar que las ratas dañen los alimentos.

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2014-02-25 9:00:00

Los directores de las instituciones públicas que reciben alimentos, entre ellas el Centro Escolar Montecarmelo, exponen que el Ministerio de Educación (Mined) no les provee fondos para comprar especies y gas o construir bodegas. Mucho menos dinero para pagarle a las cocineras.

Saúl Rosales, director de ese centro educativo, explicó que por lo menos se necesitaría que les asignaran entre $200 y $300 para mejorar el menú. Actualmente, la única alternativa es dejar de invertir en otras necesidades de la escuela, además de hacer diversas actividades para recaudar fondos y cubrir esas necesidades.

Rosales afirma que hacen este esfuerzo porque los alumnos se aburren si les dan frijoles, el arroz y la leche “solos” todos los días.

“Nosotros tenemos un comité, con el que nos reunimos una vez por semana para hacer los menús y ver de qué manera, en base a la experiencia que tenemos, se va cambiando; pero a la larga sale un poquito caro”, expone sobre la necesidad de adquirir tomates, cebollas, verduras, carne, vainilla, chocolate y otros ingredientes necesarios para hacer apetitosos los alimentos.

El martes anterior dieron arroz frito con verduras, pero eso implicó conseguir cien dólares para comprar verduras. Días antes habían dado leche con cereal. En esa oportunidad gastaron $160 dólares. Aunque los más de 550 alumnos quedaron satisfechos, la experiencia no se repetirá debido al alto costo que tuvo.

Para reducir gastos se ven obligados a utilizar leña para cocer los alimentos.

“La mentira que nos han dado es que ha subido (el presupuesto), pero en otros rubros nos han recortado. Entonces no es la gran cosa. Cuando estuvo la ministra Darlyn Meza teníamos tres presupuestos: uno de calidad, uno de gratuidad y uno de alimento. El de alimento iba en otra cuenta, entonces tenía uno más posibilidades de invertir en lo que es alimentación”, señala el educador tras asegurar que tienen que ver cómo inventan para dar variedad.

Los maestros de este centro aportan de su bolsillo para las especies y aderezos o se ponen de acuerdo con los padres para organizar ventas de ropa y pequeñas rifas para poder salir adelante.

Eso es así a pesar de que el mismo Ministerio de Educación les advierte que no pueden pedir colaboración a las familias, con el objetivo de afirmar que la educación “es gratuita”.