Antes que el náufrago salvadoreño dejara el país, hace 13 años aproximadamente, hubo un hecho de violencia en el cantón Garita Palmera, en San Francisco Menéndez, Ahuachapán, que pudo marcar la vida de José Salvador Alvarenga Orellana y toda su familia.
La muerte de un poblador identificado como Ascención Estrada Castro, de 63 años, habría sido la razón por la que el salvadoreño salió rumbo a Estados Unidos, junto con su hermano mayor Marvin Alvarenga, según la familia de la víctima y varios pobladores del referido cantón.
El año en que ocurrió el asesinato contra Estrada Castro, un agricultor padre de cuatro hijos, coincide con la fecha en la que la madre del náufrago, María Julia Alvarenga, dice que su hijo emigró hacia el país norteamericano, pero luego decidió quedarse en México trabajando como pescador.
Ayer José Salvador se negaba a dar declaraciones a los periodistas tras haber llegado al país la noche del martes. El hombre continuaba hospitalizado y sus visitas habían sido restringidas por órdenes de las autoridades, quienes han aprovechado la historia del compatriota para ganar protagonismo (ver nota aparte).
Muchos habitantes de Garita Palmera comentan que el supuesto responsable de la muerte de Estrada Castro fue Marvin, hermano mayor del náufrago, cuyo paradero se desconoce. Tres días después del homicidio nunca más fue visto en la localidad.
Sin embargo, Romelia Estrada Castro, hermana de la víctima, habla con propiedad y asegura que Ascención le confesó antes de morir: “Marvin, El Betarra, me hizo esto (le cortó el cuello)”.
“Estábamos en la casa cuando como a las 6:00 de la tarde entró mi hermano con la herida en el cuello. Antes de morir nos dijo quién lo había herido. Al parecer estaban tomados de licor y se discutieron muy fuerte”, dice la mujer acongojada.
Algunos familiares de segundo grado del náufrago tratan de evadir el tema del homicidio pero confirman “que hubo un problema grave pero solo José Salvador y sus padres pueden hablar de eso”.
En la página 84 del libro de partidas de defunciones de la alcaldía del municipio de San Francisco Menéndez, consta que en la 125 “Ascensión Castro murió 9:00 de la noche el 19 de agosto de 2001 a consecuencia de desguello parcial producido por arma blanca”.
Manuel de Jesús, otro hermano de la víctima, acusa a Marvin de cometer el hecho.
“Yo no estaba en el momento que pasó eso pero todo el pueblo sabe que Marvin mató a mi hermano. Lo agarró a traición en una casa cerca de la bocana. Desde esa fecha Marvin anda huyendo”, expresa el pescador.
Don Manuel de Jesús dice que los dos hermanos (José Salvador y Marvin) supuestamente huyeron después de la muerte de su pariente, pues nunca más los vieron en el pueblo.
Otros pobladores relatan que José Salvador no se quería ir del país, pero su familia le aconsejaba que era lo mejor, antes de que la familia de Ascención buscara venganza.
La madre del náufrago ha confirmado que desde la primera vez que él se fue del país, la visitó tres veces. Otros parientes declararon que sólo regresó en el 2008 y estuvo menos de un mes.
Esa fue la última vez que supieron de José Salvador, hasta que el pasado 30 de enero lo vieron en los noticieros de televisión tras ser rescatado en las Islas Marshall, tras supuestamente haber estado a la deriva alrededor de 13 meses desde que salió de México a pescar tiburones.
¿Por qué mataron a Estrada?
De los motivos por los que Marvin habría cometido el homicidio casi nadie habla. Los pobladores comentan que Ascención al parecer discutió con José Salvador y el primero le dio una paliza que lo dejó grave de salud.
Por eso, presumen que Marvin, el hermano mayor del náufrago, vengó esa paliza contra su pariente unos ocho meses después.
“Ellos tenían problemitas. En un descuido de mi hermano El Betarra lo agarró por la espalda para matarlo”, relata Manuel de Jesús.
La hermana de la víctima expresa que José y Marvin solían ingerir bebidas alcohólicas y “tenían mal trago” y fue en una de esas ocasiones en las que los Alvarenga tuvieron “unos problemitas (que no precisó) y quien las vino a pagar fue mi hermano”.
La mujer agrega que a Ascención lo atacaron en una cervecería donde “llega todo tipo de gente: “Decían que una mujer lo había macheteado pero como las mujeres de esa vida (prostitutas) hoy están aquí y mañana están en otra parte…”.
Las fuentes recuerdan que tras ese hecho, Marvin huyó y la Policía no lo pudo detener.
“No tenemos rencor”
Romelia no puede contener las lágrimas al hablar sobre Ascención, pero reflexiona y dice que no siente resentimiento contra el náufrago, ni con sus padres, pero sí contra su hermano Marvin.
“Para él (Salvador) no pido nada, porque él no ha sido quien mató a mi hermano. Si hay justicia que la pague pero, si no, de mi padre celestial nadie se esconde”, dice la mujer con tono de resignación.
Pese al agravio que habría cometido el pariente del náufrago contra los Estrada, Romelia dice que lamenta la odisea que vivió Salvador en los últimos 13 meses.
Añade que se solidariza con él porque lo conoce desde niño y porque ella junto a su familia han vivido siempre de la pesca, un trabajo que, según ella, es difícil y sacrificado.
Lo que ella sabe sobre Marvin y Salvador es que partieron rumbo a Estados Unidos; el mayor logró cruzar la frontera pero el náufrago no y por eso se radicó en México.
“Hizo su vida en México, se puso a pescar y eso no es nada fácil (…) pobrecito él, cuánto no pasó (en la travesía). Solo Dios con él, lamentamos ese caso”, expresa la señora.
También Don Manuel de Jesús dice que “la ley de encargue si José Salvador tiene que ver (en el crimen)”.
“Déjenme descansar, no quiero periodistas”
Ayer José Alvarenga seguía con su recuperación en el hospital San Rafael, en Santa Tecla. Le habían hecho varios exámenes y había comido tortilla con queso, dijo la ministra de Salud, Isabel Rodríguez.
Según ella, el sobreviviente le relató que mientras estuvo a la deriva vio pasar varios barcos pero nadie le ayudó.
Mientras que en la casa de la familia Alvarenga, varios periodistas seguían esperando que el náufrago recibiera el alta médica y retornara a su terruño, pero los únicos que llegaron por la tarde fueron sus padres a bordo de una camioneta con guardaespaldas.