Las labores de construcción y renovación que ejecuta el Fondo de Conservación Vial (Fovial) en el Bulevar Nacional del Ejército, siguen generando inconvenientes a quienes se ven obligados a circular por esa zona.
No es por los carriles segregados del Sitramss, si no por la edificación del paso a desnivel del bulevar y la 50a. Avenida Norte (por MOLSA) el cual, según el titular del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Gerson Martínez, concluirá en marzo.
Los automotores que antes circulaban por la 50a. Avenida Norte y se incorporaban al bulevar ya no lo pueden hacer, ya que las labores del Fovial lo impiden.
Así que los conductores que se dirigen de poniente a oriente deben transitar por la Alameda Juan Pablo II, pasar por las obras del tramo II del Sitramss y, luego, llegar al referido bulevar.
Otra opción es utilizar el bulevar Arturo Castellanos o la calle principal de la colonia La Chacra pero, cualquier decisión que tome el automovilista, le implicará enfrentarse a embotellamientos vehiculares. Ayer, el embudo se ocasionó en el área de trabajo del paso a desnivel.
Ramón Pulacho viajó desde Soyapango hasta la capital y resintió el tráfico lento en el bulevar. “Pensé que el Presidente había habilitado un carril del Sitramss para que el tránsito fuera fluido, pero no vi nada de eso. Lo peor es que solo un policía está ayudando y hasta causa más lentitud”, comentó.
Flor Jacobo llega dos veces por semana a la capital. Ella contó que estaba cansada del congestionamiento que ocurre en su municipio, “y me vengo a topar aquí con más problemas. Es el colmo”, dijo.
Jacobo transitó por otra de las obras que realiza la citada cartera de Estado, en el bulevar hacia el oriente.
En el lugar ejecutan el mantenimiento periódico de un tramo de 3.3 kilómetros, desde Bosques de la Paz hasta la zona conocida como Vifrío, en las cercanías de San Bartolo, en Ilopango.
El director del Fovial, Eliud Ayala, mencionó que “están trabajando en los carriles de incorporación a Ilopango. La obra finalizará en abril de este año”.
Jacobo relató que, al pasar por Vifrío, se enfrentó a un cuello de botella.
Añadió: “Encontré una especie de desnivel que ni está señalizado. A pues, allí pasé como 20 minutos. Fue así como la segunda estación, porque la tercera fue aquí en el bulevar”, aseguró.
Es una situación que Ayala rechazó y señaló que “el tráfico sobre estos proyectos está totalmente normalizado y en el bulevar del Ejército están completamente libres ambos carriles”.
Los que cada día utilizan esta arteria para llegar a sus trabajos, a sus casas o para comprar en los mercados municipales muestran su descontento por los trabajos que se realizan al mismo tiempo.
Raúl Mejía es profesor. Vive en Ilopango y labora en una escuela capitalina en un turno vespertino. El profesional afirmó que ayer reflexionó con sus hijos el caos del tráfico y que “los verdaderamente afectados siempre somos los que no tenemos la culpa. Y eso las autoridades no lo entienden. Pagamos más pasajes, más gasolina. Ojalá este año no sigan igual de desordenados”, pidió el educador.