Caen supuestos asesinos de dos estudiantes

Mareros de la 18 mataron a una por ser exnovia de un pandillero rival y a la otra, por ser testigo del homicidio

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Los mareros fueron arrestados, ayer, en las colonias Panamá y Regalo de Dios, en Soyapango.

Por Diana Escalante sucesos@eldiariodehoy.com

2014-01-29 6:40:00

Un año y tres meses después que dos estudiantes de bachillerato en Salud fueran asesinadas, en Soyapango, las autoridades capturaron a 10 pandilleros de la 18 vinculados con el doble homicidio.

Las detenciones se realizaron la madrugada de ayer en la colonia Panamá y la comunidad Regalo de Dios, del referido municipio, lugar donde residían Iris Noemy Martínez Ruiz, de 19 años, y su compañera y amiga, Verónica Lisset Platero Casco, de 22.

Ambas vivían en la casa de Martínez y estaban por graduarse del Instituto Técnico San Luis. El 29 de octubre de 2012, el día en que sus parientes las vieron por última vez, se dirigían al hospital Nacional de Ilopango a realizar sus prácticas hospitalarias.

David Acosta, jefe de la oficina fiscal de Soyapango, aseguró ayer que el 28 de octubre, un día antes de la desaparición de las estudiantes, varios pandilleros se reunieron para planificar cómo y dónde las matarían.

Las investigaciones también arrojan que Verónica Lisset convivió por un tiempo con un integrante de la mara Salvatrucha, pero meses después se separó de él y regresó al hogar de sus padres.

Sin embargo, la joven se negó a someterse a las reglas de conducta que le pusieron en casa y se mudó a la vivienda de su amiga Iris Noemy, en la comunidad Regalo de Dios, donde inició un noviazgo con un marero de la 18.

Por su parte, Martínez tenía una relación sentimental con un cabecilla también de la 18, apodado El Junior.

El delegado fiscal sostuvo que las amigas tuvieron un problema y, en su enojo, Iris Noemy le reveló al cabecilla de la 18 que el exnovio de Platero era un marero rival, algo que se considera una traición entre estos grupos delictivos.

Mareros trataron de despistar a autoridades

El 29 de octubre de 2012, tras ser raptadas por los pandilleros, las dos estudiantes fueron llevadas a la finca Panamá, situada en Soyapango, donde las mataron de varios disparos en la cabeza; luego las desmembraron y sepultaron en una fosa clandestina.

Sin imaginar lo que los mareros les habían hecho a las jóvenes, sus parientes las reportaron como desaparecidas y las buscaron durante cuatro meses en diferentes lugares.

Fue hasta el 17 de febrero de 2013 cuando las autoridades fueron alertadas de que en un predio baldío de la carretera de Oro, en el límite entre Soyapango y Ciudad Delgado, había unas bolsas con restos humanos.

Al procesar la escena, los investigadores encontraron pertenencias de Iris Nohemy y Verónica Lisset, pero por el avanzado estado de putrefacción de los cuerpos la Fiscalía ordenó que se les practicaran pruebas de ADN para confirmar que eran las jóvenes.

El fiscal Acosta confirmó ayer una versión que hizo su colega Julio Arriaza, jefe de la Unidad de Intereses de la Sociedad, tras el hallazgo de los cuerpos: que los asesinos sacaron las osamentas de las víctimas de la zona donde ellos operaban y los abandonaron en otra para no levantar sospechas entre las autoridades.

Acosta agregó que meses después del doble homicidio, la pandilla decidió matar a El Junior —el novio de Iris Noemy— por haber ordenado la muerte de Platero por ser expareja de un marero rival y la de Martínez por haber presenciado el homicidio.

De acuerdo con las investigaciones, los mareros consideraban que a raíz de los crímenes contra las estudiantes, planificados por El Junior, las autoridades tenían en la mira a algunos de ellos y la zona donde delinquen.

“La relación que las dos víctimas tenían con pandilleros rivales facilitó la comisión del homicidio”, dijo Acosta.

En el operativo realizado ayer, fueron capturados Cristian Walter Orellana (a) Viejo Sapo o Crazy, supuesto cabecilla de la pandilla; José Marvin Orantes, (a) Black, y Oswaldo Antonio Orellana Villanueva (a) Pino.

También Sergio Kevin Guevara (a) Chejo, y Jaqueline Yamileth Juárez. Todos son considerados los principales autores del asesinato de las estudiantes, por lo que serán acusados de homicidio agravado, proposición y conspiración para el delito de homicidio y agrupaciones ilícitas.

El trágico fin de las bachilleres —más la desaparición y muerte de Ana Chicas Cruz, de 20 años, otra estudiante de enfermería, extraviada un mes después, en Santiago Texacuangos— desataron críticas ciudadanas contra el gobierno por la falta de planes de seguridad efectivos.