El aceite trasegado se sigue vendiendo en el país sin ningún control, su comercialización es ilegal y puede ser dañina para la salud.
El trasiego consiste en que el comerciante compra un bidón (depósito) de aceite o un barril, luego coloca pequeñas porciones de este en bolsas plásticas y las comercializa a precios bajos.
El aceite no posee viñetas ni ninguna especificación de cuándo se envasó o más bien cuándo se trasegó, lo que es ilegal, ya que el Reglamento Técnico Centroamericano sobre Alimentos y Bebidas Procesadas, el cual entró en vigencia en el 2007, prohibe el fraccionamiento en el punto de venta, es decir que sí se compra un bidón no debe trasegarse a otro recipiente.
Además, la Norma General para el Etiquetado de los Alimentos Preenvasados, que es salvadoreña, menciona que en los productos preenvasados debe aparecer: nombre del alimento, lista de ingredientes, número de registro sanitario, contenido neto y peso escurrido, además del nombre y domicilio de la empresa fabricante y del distribuidor. Detalles que estas bolsas de aceite que se venden en la mayoría de mercados, no poseen.
Debido a las condiciones en las que el aceite es almacenado, sin cumplir normas sanitarias, puede provocar varios problemas de salud.
La práctica no es nueva, pero el Ministerio de Salud no ejecuta ninguna acción para frenar su venta, aduciendo falta de recursos económicos y humanos.