El aspirante a la presidencia por el FMLN, Salvador Sánchez Cerén, no se responsabiliza de seguir apoyando el mantenimiento de la tregua entre dos pandillas. Ayer expresó que ese es un asunto de los mareros y los mediadores.
“La tregua es un compromiso entre las pandillas”, expresó el candidato de izquierda luego que se le consultara si tomarían en cuenta este proceso como parte de su estrategia de gobierno, en materia de seguridad, si llegara a ganar las elecciones presidenciales del próximo 2 de febrero.
El candidato fue directo al decir que “el Gobierno lo que ha hecho es reconocer ese proceso, pero eso no niega que (se) aplique la ley, por eso sigue la persecución de los extorsionistas”.
Asimismo, manifestó que los gestores de ese acuerdo “son los líderes religiosos, y los líderes de la comunidad”, por lo cual dio a entender que la continuidad de ese pacto quedaría en manos de los medidadores y los pandilleros.
Sin embargo, pese a no comprometerse a dar su apoyo a este proceso, resaltó la reducción en el promedio de homicidios en el país como resultado de la tregua.
“Este Gobierno ha hecho grandes esfuerzos para combatir la delincuencia, antes por cada 100 mil habían 70 (asesinatos), ahora están alrededor entre 38 a 50”, afirmó.
Meses atrás, el entonces ministro de Seguridad y Justicia, David Munguía Payés, manifestó que la tregua era parte de una estrategia, mientras que el actual ministro Ricardo Perdomo desligó al Gobierno de ese proceso.
Sánchez también aseguró que buscará construir un gobierno más participativo.
En otros temas, el candidato expresó que en los próximos días intensificarán la campaña electoral, realizando recorridos casa por casa para asegurar los votos y ganar las elecciones en primera vuelta.
“Vamos no solo dar a conocer nuestro programa, sino a garantizar que ese voto se comprometa”, aseguró.
Las declaraciones fueron brindadas, ayer por la mañana, en una visita que realizó al municipio de San Martín, donde entregó juguetes a niños de varias comunidades localizadas en los alrededores de las antiguas instalaciones del IRA.