Inseguridad económica y ciudadana en la mira

The Heritage Foundation invitó a cuatro panelistas, tres de ellos exfuncionarios del gobierno de EE. UU. y el exdirector gerente del Banco Mundial

descripción de la imagen
Inseguridad económica y ciudadana en la mira

Por Tomás Guevara/Corresponsal en EE.UU.

2014-01-22 2:30:00

Las “malsanas alianzas” entre altos dirigentes del partido FMLN, como José Luis Merino, con estructuras del crimen organizado en el cono sur, las que expusieron sustentando informaciones filtradas por instancias de seguridad y que han hecho públicos medios internacionales de prensa, fue parte del análisis de cuatro panelistas invitados por la Fundación Heritage en Washington para debatir sobre el devenir de El Salvador de cara a los comicios presidenciales del 2 de febrero.

“Hay suficiente información que claramente presenta a José Luis Merino como alguien que tiene fuertes conexiones con las FARC. Centroamérica tiene la desgracia de estar ubicado entre los proveedores de drogas y el mercado de las drogas, EE. UU. y ahora está atrapado entre dos países que tienen más recursos para luchar contra el narcotráfico, Colombia y México”, explicó Elliot Abrams, uno de los panelistas.

Abrams es investigador principal del Consejo de Relaciones Internacionales, que en días recientes publicó un artículo en The Washington Post sustentando esa información.

El exasesor de seguridad también dijo que en Washington hay preocupación ante las migraciones de traficantes de droga hacia los países centroamericanos, donde las acciones para combatirlos desde las estructuras de los estados son más débiles y donde se han mutado las ideologías políticas de la guerra fría (entre el bloque comunista y sus adversarios) hacia el oportunismo que predomina hoy en día en estructuras de poder de algunos gobiernos izquierdistas del hemisferio.

“En el caso del FMLN, estamos viendo un cambio desde las posiciones relativamente moderadas hacia la extrema izquierda, que resulta estar vinculada también a los criminales y al dinero de la droga, y eso es de extrañar, porque lo que todos creen lo está consiguiendo como sea y a cualquier precio, sin tener en cuenta los intereses de los habitantes del país”, ahondó Abrams.

En el panel “Inseguridad económica y ciudadana en El Salvador”, se analizó la aguda situación que enfrenta el país en materia de seguridad ciudadana y económica, por tres exfuncionarios del gobierno de EE. UU. en materia de seguridad nacional y el ex director gerente del Banco Mundial y ex Ministro de Hacienda de El Salvador, Juan José Daboub, compartieron sus reflexiones con la concurrencia que acudió a la sede del tanque de pensamiento a escasas cuadras del Capitolio en Washington.

Además de Elliot Abrams, participó Michael Braun, consultor en seguridad del grupo internacional Spectre y José Cárdenas, director ejecutivo del centro de análisis Visión Américas. Los tres coincidieron en la fragilidad del país en materia institucional para hacer frente al crimen organizado, al narcotráfico y a las pandillas que han puesto en jaque la seguridad ciudadana y económica de los salvadoreños.

Los riesgos que ven

Los ponentes coincidieron ante la concurrencia y en la transmisión en vivo vía Internet, que El Salvador enfrenta grandes desafíos al igual que otros países de la región que por décadas han tratado de remontar sus problemas económicos y democráticos, pero que hoy en día están sumergidos en una crisis sin precedentes en materia de seguridad ciudadana y económica.

En conjunto el tráfico de drogas, el crimen organizado y las pandillas, como grupos criminales tienen capacidades de conseguir fondos ilimitados para amedrentar autoridades, sobornar y amenazar funcionarios; además “de comprar armas para sus ejércitos paralelos al estado”, coincidieron.

Michael Braun, dejó ver también la preocupación, desde sus análisis eminentemente técnicos sobre el tema de seguridad regional y lucha contra el narcotráfico, y las implicaciones que tiene cuando estructuras del poder político toleren o accedan a las élites del crimen organizado, lo que lleva desmembrar la frágil institucionalidad de los países.

“Debo señalar que mis análisis son puramente técnicos, al no ser yo ni un académico ni diplomático, pero si con mucha experiencia en el sector de seguridad internacional en servicios para gobiernos y organismos. Pero comparto con los otros panelistas que estamos viendo en Centroamérica los rostros preocupados de la población por la alarmante inseguridad”, dijo Braun para luego adentrarse en sus análisis.

En el esquema de la Guerra Fría, explicó Abrams, las dos grandes potencias del mundo EE. UU. y la -ex- Unión Soviética tenía capacidades de influir uno sobre la actividad del otro, desde unas complejas relaciones diplomáticas, aspecto que hoy en día esta fuera de control ante los grupos criminales, agravado con la transición de grupos ideológicos de la extrema izquierda alineados en una posición oportunista que los lleva a comulgar con grupos criminales.

“Esto ocurrió con las FARC, según el jefe de policía de Colombia, esa organización criminal representa el 60 % de toda la cocaína que se exporta desde Colombia, esto les lleva a tener hasta $500 millones de dólares al año. Si hay una ideología en las FARC hoy en día es el oportunismo. Esto es lo que ha ocurrido en Nicaragua, donde los sandinistas son ahora una máquina para tomar el dinero y el poder y mantener a los líderes sandinistas a costa de la democracia y los violaciones a los derechos humanos, contra todos los demás nicaragüenses, y eso es lo que tememos con FMLN”, enfatizó Abrams.

Para José Cárdenas, director de Visión Américas, la preocupación sobre el resultado de las elecciones en El Salvador, ante un eventual triunfo del oficialista Salvador Sánchez Cerén, sobre Norman Quijano, de ARENA, llama a revisar desde Washington la estrategias y planes en materia de seguridad con el país.

Este analista dice que más de $85 millones anuales deposita EE. UU. en El Salvador como parte de la estrategia de seguridad para Centroamérica; además de otros montos destinados a reforzar instancias del país para el combate a la criminalidad local; los que hasta la fecha no parecen dar resultados.

Cárdenas, ex asesor del Consejo de Seguridad Nacional en el gobierno de George W. Bush, comentó que no se puede desconectar el enfoque de seguridad con aspectos clave como el buen desempeño y compromiso serio de un gobierno para dar certidumbre.

Combatir el crimen, las pandillas y la corrupción gubernamental debe pasar por un esfuerzo conjunto de la sociedad y no descartó que el principal socio del país, EE. UU. seguirá apoyando si el país camina por una senda adecuada.

Pero las perspectivas electorales no dejan de inquietar, los panelistas coinciden en que visto el panorama desde fuera de El Salvador y con la información pertinente para emitir juicios, hay una legítima preocupación sobre el resultado electoral, de si se encamina el país hacia el extremismo de izquierda. “Lo que me preocupa acerca de El Salvador es que si Sánchez Cerén es elegido, el lobo solo está a un paso de nuestra puerta. Tenemos que despertar y entender lo que está pasando en América Latina y tenemos que volver a participar y empezar a revertir esto, debido a que sino lo hacemos estaremos en muy serios problemas”, sintetizó Braun.