Los destazadores de reses y vendedores de carne de la cabecera unionense no tiene rastro municipal desde la tarde del miércoles debido a que el establecimiento fue cerrado por la alcaldía municipal por orden del Ministerio de Salud a través del Sistema Básico de Salud Integral (Sibasi).
El cierre que se registró alrededor de las 5:00 de la tarde generó malestar entre los usuarios, quienes luego que la comuna puso los candados a las puertas, los violentaron para abrir nuevamente la sede del rastro municipal.
Esta mañana, vendedores, representantes de Derechos Humanos y la municipalidad, se habían reunido para buscar una solución al problema, pues la alcaldía asegura que solo obedeció la orden de Salud de cerrar el matadero por no reunir las condiciones mínimas para operar.
En el encuentro, los comerciantes acordaron estar dispuestos a costear las mejoras que el rastro requiere, si el Sibasi les autoriza seguir funcionando. Sin embargo, esas mismas promesas se hicieron en 2004, cuando Salud dio por primera vez la orden de cierre del matadero.
Los destazadores aseguraron que la única opción que les quedaría en caso de mantenerse el cierre es ir hasta Santa Rosa de Lima o que se proliferen los rastros clandestinos.