PASAQUINA. El contenedor para desperdicios ubicado en la entrada principal del edificio aduanero, en frontera El Amatillo, luce repleto de basura y esparcida en el suelo.
El problema no es nuevo, dijeron los mismos comerciantes del lugar, pese a que dos veces por semana pasa el camión recolector.
Los comerciantes y las comunidades aledañas al punto fronterizo coinciden que es parte de la falta de colaboración de la misma ciudadanía; además, piden a la comuna de Pasaquina que incremente el servicio de recolección.
Cristina López es una turista salvadoreña y dijo que esos promontorios dan un mensaje negativo al visitante: “Lo primero que uno mira cuando viene a esta frontera son las bolsas de basura rebalsando del contenedor y está justamente frente a la entrada principal del edificio”.
La alcaldía debe poner un vigilante y no permitir que la gente tire esa basura a fuera “que esperen hasta que llegue el camión a recogerla”, declaró López.
El alcalde, Nelson Urías, reconoció que uno de los principales problemas que tienen en las comunidades fronterizas y, especialmente, en El Amatillo es sobre la disposición de los desechos sólidos.
Para empezar a solventar la deficiencia en la recolección, la municipalidad ha realizado la inversión en un nuevo camión recolector, “estábamos trabajando con solo un camión para darle el servicio a todas las comunidades del municipio, esperamos que a partir de este mes todo se mejore, aunque siempre se le pide la colaboración de la ciudadanía”, indicó el edil.
Según Urías, en algunos lugares se puede incrementar el recorrido del camión o que esté más tiempo esperando a que las personas o comerciantes salgan con la basura a depositarla.
El problema de la basura se extiende en el río Goascorán donde las comunidades, tanto de El Salvador como Honduras, lanzan los desechos a orillas del afluente provocando contaminación.