Jornadas de 30 horas laborales afectan la atención de pacientes

Los residentes e internos, en promedio, hacen turnos de 30.9 horas cada tres días

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Jornadas de 30 horas laborales afectan la atención de pacientes

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2014-01-21 8:00:00

Las largas jornadas laborales a las que son sometidos los médicos residentes y los internos ejercen un efecto negativo sobre su estado de ánimo y que puede repercutir en la atención de los pacientes.

Un trabajo de graduación de estudiantes de Medicina de la Universidad “José Matías Delgado”, realizado en el hospital San Rafael, en Santa Tecla, detalla que posterior a un turno aumenta el enojo, la ansiedad, la depresión, la fatiga, la impaciencia y disminuye la felicidad y el vigor. De acuerdo con la investigación, el promedio de horas semanales que trabaja este grupo es de 87.32 y por turno es de 30.9. Pero la jornada es mayor en el área de cirugía, pues el número de horas laborales llega a las 90.54 y en ginecología a las 94.35.

Ricardo Avendaño, uno de los investigadores, manifestó que “los practicantes internos y residentes del hospital San Rafael realizan jornadas laborales por encima de cualquier estándar permitido a nivel nacional e internacional”.

Los residentes e internos, en promedio, hacen turnos de 30.9 horas cada tres días.

Según el informe, el enojo aumentó en un 86.62 por ciento después de un turno, la ansiedad en 66.7 por ciento, la depresión en 96 por ciento, la fatiga en un 138 por ciento, la impaciencia en 99.5 por ciento, la felicidad disminuyó en un 20 por ciento y el vigor en 39 puntos porcentuales .

“Mucha veces los pacientes se quejan de que el médico es bien enojado, que anda de mal humor o que está de pocos amigos después de un turno; eso, muchas veces, se comprueba por las pruebas que realizamos. La falta de sueño hace eso y es inevitable no estar así, entonces pudiese repercutir en la atención a los pacientes”, añadió Avendaño.

Gracia Viana, una de las encargadas del trabajo de graduación, manifestó que en la prueba cognitiva encontraron que la población estudiada omitía situaciones que dejaban pasar cosas por el mismo nivel de cansancio.

Avendaño expresó que en estas circunstancias pueden tomar acciones impulsivas con repercusiones sin importar las consecuencias.

Según la indagación, en la que participaron 39 médicos y 15 practicantes internos, ellos permanecen con niveles excesivos de somnolencia diurna, esta situación se asocia a menores tiempos de reacción y déficit de habilidades.

Entre las conclusiones del estudio se encuentra que la privación de sueño en el personal de salud afecta negativamente el estado de ánimo, lo cual pudiese repercutir en la calidad de atención brindada a los pacientes.

Además que la privación crónica del sueño, posterior a una jornada laboral, continúa mayor a 30 horas, lo que provoca un déficit cognitivo global en los médicos en formación del hospital San Rafael.

Añadió que en el país no existe una ley especial que regule las horas laborales del personal médico, este está determinado por el Código de Trabajo, que determina un máximo de 44 horas semanales, 39 horas nocturnas y 44 diurnas.

Mientras que el informe de la Organización Panamericana de la Salud, “Residencias Médicas en América Latina”, dice que “algunos estudios realizados en médicos residentes mencionan que la sobrecarga de horas de trabajo produce elevados índices de despersonalización y agotamiento emocional”.

Los estudiantes de la Matías también detallan que la privación del sueño puede producir un accidente automovilístico, como el caso de una residente del Zacamil en agosto de 2012, quien murió en un choque en la carretera hacia San Miguel luego de una jornada de 36 horas. Avendaño indicó que una de las sugerencias que hacen es estudiar más el tema porque los efectos de la privación del sueño en los galenos no es algo propio del hospital San Rafael, sino una realidad en todos los hospitales del sistema sanitario. Añadió que las autoridades no tienen que contratar más personal para reducir las largas jornadas laborales, sino que debe haber una reorganización, entre esta tener un grupo que trabaje 12 horas por noche e ir rotándolos cada mes.

“Se debería limitar la jornada laborar continua, quizá no las horas semanales, pero que no pase tanto tiempo el medico desvelado, digamos 36 horas, 40 quizá; eso es lo más peligroso”, concluyó Avendaño.

Para el desarrollo del trabajo se contó con el patrocinio de la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal de Oklahoma a través del Departamento de Estudios Cognitivos, ellos les proporcionaron un software Anam (Automated neurosychological Assessments Method y con la colaboración de la escuela de psicología de la Universidad “Matías Delgado”. El software ha sido usado por los Estados Unidos en pruebas psicométricas en los militares y en investigaciones relacionadas al sueño en médicos residentes, entre otros. En Europa el máximo de horas para un médico en formación es de 48 horas semanales y 12 de trabajo continuo; y en Estados Unidos es de 16 horas continuas, como máximo.

Melvin Guardado, cirujano del Rosales, manifestó que en otros países el turno es una vez por semana, pero en el país es cada tres o cuatro días.

“Yo vivía en el hospital, entrábamos a las 6:00 de la mañana y salíamos entre 5:00 y 6:00 de la noche, todos los días; si tenía turno seguía hasta el día siguiente, hasta las 4: 00 ó 6:00 de la tarde, dependiendo del trabajo”, añadió. Él fue residente de 1967 al 1970.

Cree que se debe reducir el número de turnos, espaciarlos más y continuar con las labores asistenciales de 12 horas.

Guardado opina que la situación no ha cambiado con el paso de los años, porque a los partidos políticos solo les interesa la salud y la educación como medios de propaganda política para obtener votos, pero una vez ganan se les olvidan las promesas.