Tras cuatro años de vigencia de la Lepina, el hospital San Rafael es una de las instituciones públicas que suele detectar casos sospechosos de abuso contra niños y adolescentes y que los reporta a la Fiscalía y a las Juntas de Protección departamentales.
Nancy Ángel, de la oficina por el derecho a la Salud de ese centro, detalló que de enero a noviembre del año pasado detectaron 55 casos sospechosos de abuso sexual contra niños y adolescentes.
Los informes correspondientes fueron remitidos a la Fiscalía de Santa Tecla, del Puerto de La Libertad o de Nejapa, según fuera el lugar de residencia de los pacientes. Ángel explicó: “Nosotros los manejamos como ‘abuso’ porque quien decide si fue ‘abuso’ o ‘agresión’ es la Fiscalía. A veces no nos enteramos (de cómo los catalogó), porque el paciente se fue de alta”.
Por sospecha de maltrato infantil, en los registros del hospital hay 65 casos correspondientes al mismo periodo de 2013. De estos, el subdirector del hospital recibe un reporte que él debe avalar y firmar antes de que sea remitido a la Junta de Protección departamental de La Libertad o de la jurisdicción correspondiente, pues también reciben niños referidos desde municipios de Santa Ana y San Salvador.
Además en los registros se tienen algunos casos bajo la categoría de “negligencia familiar”. Ángel explicó que en esta se ubican las lesiones o intoxicaciones resultado de un descuido, pues en sus palabras “hay descuidos voluntarios y descuidos involuntarios”. Estos casos se reportan, “pero no todos”, aclara.
Como ejemplo, la responsable de la oficina por el derecho a la Salud menciona el caso de un niño de cuatro años que consulta por un trauma cráneo-encefálico leve: “Si se ve que es inquieto o se cree Superman… Usted nota que aunque la mamá esté pendiente las 24 horas del día, siempre ocurre un accidente”.
Otros casos que suelen ser catalogados como “negligencia familiar” son aquellos en los que los niños han tomado el gas líquido que sirve para encender carbón.
En palabras de Ángel: ” La mamá, en su ignorancia, tiene gas en botellas de gaseosa o de jugo. El niño ve la botella, la abre y se la toma… Son cosas no intencionales. Lo que hacemos es darle la atención y la orientación necesarios… Pero si se ve que no ha sido intencional no se reporta”.
Entre los expedientes enviados desde el San Rafael a juntas protectoras departamentales el año pasado figuran ocho casos de abandono hospitalario, en los que bebés de entre 0 y 30 días de nacido fueron abandonados en los alrededores del hospital o en sus instalaciones.