SAN MIGUEL. Enormes deslaves que podrían soterrar comunidades enteras en la parte alta y faldas del volcán Chaparrastique durante el invierno próximo, es parte del escenario que, según vulcanólogos del Ministerio de Medio Ambiente (MARN), se podría tener a consecuencia de la erupción que el Chaparrastique hizo el 29 de diciembre.
Bajo ese riesgo, el experto Demetrio Escobar, vulcanólogo del MARN, recomienda que hay zonas del coloso que deben ser declaradas inhabitables para protección de quienes actualmente residen en comunidades que se ubican en las referidas zonas.
“Si el invierno es muy copioso puede remover toda esa ceniza que ahora está en el copo del volcán y la roca, formando los flujos de escombros similares a los ocurridos en el invierno pasado”, indicó el experto.
Agregó que “hay algunas familias que viven a las orillas de donde bajan los flujos y ellos no deben vivir ahí, sobre todo los que residen en Placitas, Las Cruces, El Carreto, la comunidad Hércules, que viven en zonas de mayor problema”, agregó.
La situación es tan grave que el invierno pasado las familias escaparon de ser soterradas por enormes cantidades de lodo, arena y árboles que bajaban en cada deslave, por lo que las autoridades declararon alerta naranja durante todo el invierno.
Por esa razón, el vulcanólogo considera que es necesario que sea declarada inhabitable buena parte de las comunidades para evitar desgracias, sobre todo para el próximo invierno, pues la situación de los deslaves podría empeorar después de la erupción del volcán si las cantidades de lluvia son grandes.
Jorge Meléndez, director de Protección Civil, indicó que “son alrededor de 462 familias las que deben dejar de vivir donde están ahora, por el peligro que representa”.
Agregó que algunas comunidades están ubicadas en los cantones Conacastal, de Chinameca; El Carreto, de San Miguel; Las Moritas, de San Jorge; y Piedra Azul, de San Rafael Oriente.
Entre los cantones más afectados están Lotificación Hércules, Las Chachas y La Piedrita. “Estos cantones tienen muchas comunidades y algunas zonas son las que deben ser inhabilitadas para vivir, pero hay que ofrecer soluciones habitacionales y eso no es fácil conseguirlo”, agregó Meléndez.
Las autoridades únicamente cuentan con 50 lotes de los que dispone el Instituto de Transformación Agraria (ISTA) en el municipio de Lolotique, en San Miguel, y 200 más que posee el Fondo Nacional de Vivienda Popular (Fonavipo).
El gobernador en funciones, Evaristo Romero, indicó que “Fonavipo dispone de 200 lotes en el cantón La Puerta, de San Miguel; pero aún estamos en conversaciones, no tenemos nada concreto porque necesitamos más espacios y es un tema muy complejo de solventar a la brevedad”, indicó.
Mientras eso sucede, los residentes del cantón Las Moritas, en San Jorge, dijeron que la erupción sólo llegó para afectar más su forma de vida.
Aseguraron que, además de afrontar el temor de quedar soterrados por las corrientes de lodo del invierno, ahora deben permanecer alerta ante la emanación de gases y el peligro de una nueva erupción.
Nohemy Quintanilla, quien hasta la mañana de ayer estaba albergada en el Instituto de San Jorge, dijo que “creo que no viviremos en paz, no creo que pueda dormir por temor a que suceda de nuevo”.
Agregó que la mayor parte de familias que hasta ayer estaban albergadas en el Instituto Nacional de San Jorge son de escasos recursos económicos.
Quintanilla dijo que lo más critico es que no hay trabajo y no se puede laborar en la tierra ni cortar café, que son las principales actividades en la zona del volcán, debido a la ceniza esparcida en la zona.