Iglesia preocupada por alza de violencia

Escobar Alas teme un éxodo de mareros desde Honduras

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A juicio del arzobispo, Monseñor José Luis Escobar Alas, la solución al problema de pandillas solo puede surgir de un consenso entre todos los gobiernos de la región. Foto EDH / Archivo

Por David Marroquín sucesos@eldiariodehoy.com

2014-01-12 6:55:00

El arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, demandó ayer de los candidatos presidenciales que presenten “propuestas claras y programas concretos” que lleven a solucionar el problema de la violencia criminal en el país.

El llamado de Escobar Alas llegó en medio del lamento por los asesinatos de seis agricultores que participaban de una fiesta en una iglesia evangélica en el municipio de Tacuba, en Ahuachapán, el sábado a las 7:25 de la noche.

El prelado agregó que “ojalá que las nuevas autoridades puedan encontrar la solución a esta problemática que rebasa, sin duda, a las autoridades mismas (…). Debe de involucrarse toda la sociedad; ojalá encontremos una forma, una manera de solucionarlo”.

Medicina Legal ha determinado un promedio de nueve muertos por día. “Todavía no llegamos a los niveles de 2012, pero me temo que hay una tendencia al alza de homicidios. Ojalá me equivoque”, declaró Miguel Fortín la semana anterior.

Sólo el sábado hubo 14 asesinatos, entre ellos los seis evangélicos de Tacuba.

Escobar Alas sostuvo que siendo la violencia el problema más grave que afronta la sociedad salvadoreña, la solución a ese fenómeno debe ser el principal desafío y la mayor responsabilidad del próximo Presidente de la República.

“Da tristeza que estemos sumergidos en una espiral de violencia, pareciera que en vez de superarse se agrava. Como Iglesia estamos sumamente preocupados, orando por esta situación y muy cercanos a las víctimas”, declaró el líder católico durante la acostumbrada conferencia dominical con los periodistas.

También llamó a todos los sectores a apoyar a las nuevas autoridades que resulten electas, sean del partido que sean, para encontrarle una salida a la espiral de violencia que ha crecido al inicio de este nuevo año. “Tiene que ser un esfuerzo nacional para salir adelante”, recalcó.

Trajo a cuenta el mensaje del Papa Francisco, con motivo de la XLVII Jornada Mundial de la Paz, en el que el Papa se refirió a todos aquellos países que sufren las consecuencias de la violencia. “Nosotros, tristemente, somos uno de esos lugares. De seguro que el Papa pensaba en nosotros también”.

Ve riesgo de éxodo de pandilleros hondureños

El sábado, el Presidente electo de Honduras, Juan Orlando Hernández, advirtió a las pandillas y grupos criminales que asuelan a su país que “se les acabó la fiesta”.

“Yo, Juan Orlando Hernández, voy a hacer lo que tenga que hacer para que este país vuelva a vivir en paz y tranquilidad. A los mareros, a los extorsionadores se les acabó la fiesta oscura”, sentenció.

El arzobispo Escobar sostuvo que el ultimátum del mandatario de Honduras provocaría un posible éxodo de pandilleros hondureños y no descartó que sea hacia El salvador: “No sólo representa un riesgo para El Salvador, sino que para toda la región centroamericana”, razonó.

En todo caso, Escobar Alas cree que las autoridades de Seguridad Pública tendrán que tomar las medidas necesarias para evitar que pandilleros hondureños puedan venirse al país ante el ultimátum del gobernante electo, quien destacó en su advertencia que “si no enmiendan su conducta o trabajan decentemente para sus familias, tendrán que huir hacia otros países, o de lo contrario les espera la cárcel.

“Las autoridades (salvadoreñas) deberán tomar las providencias del caso; me imagino que lo harán, que si la vía diplomática, que si la seguridad, cómo dijéramos, resguardando la frontera, son cosas que pertenecen a la seguridad del Estado”, dijo el prelado.

El fiscal Rodolfo Delgado advirtió que la tregua ha permitido la cohesión de las maras (ver nota aparte).

“Estamos preocupados porque la problemática es grave, hemos dicho la más grave y eso así lo ve la sociedad salvadoreña”, añadió.

En ese sentido, el religioso demandó la “necesidad de tener una política conjunta, es decir, que los países puedan discutir la problemática en una cumbre para encontrarle soluciones al problema, los problemas regionales nos afectan a todos”.