Funes acepta que avaló la salida de 30 jefes mareros de Zacatraz

El mandatario aseguró que las autorizó para facilitar la tregua entre las pandillas

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La foto de archivo muestra los procedimientos para traslado de reos de Máxima Seguridad. Funes reconoció que entre los trasladados en 2012 había varios de "alta peligrosidad".

Por David Marroquín sucesos@eldiariodehoy.com

2014-01-30 7:00:00

El presidente Mauricio Funes admitió ayer que avaló la salida de 30 cabecillas de las maras del penal de Máxima Seguridad (Zacatraz) para trasladarlos a otros penales más flexibles para “facilitar la tregua entre las pandillas”, en 2012.

Durante la entrevista Frente a Frente, de TCS, Funes confirmó así lo dicho por su exviceministro de Justicia y Seguridad, Douglas Moreno, ante la Fiscalía, de que un movimiento de ese tipo no se podía haber hecho sin la venia del gobernante, sobre todo si implicaba romper procedimientos formales como, según él, habría ocurrido en este caso.

Es más, el exdirector de Centros Penales, Nelson Rauda, también declaró ante el Ministerio Público que el entonces ministro de Justicia y Seguridad, David Munguía Payés, le dijo que Funes estaba al tanto de todo lo que ocurría con la tregua entre los pandilleros.

Al preguntarle si conoció de la salida de los reos considerados de alta peligrosidad del penal de Zacatecoluca, Funes respondió: “Por supuesto, por supuesto, yo recibí la información directa del ministro de Justicia y Seguridad, y lo único que le pedí es que el traslado se hiciera sin violentar los marcos legales y así se hizo”.

Sin embargo, Funes no dio un argumento sobre la decisión de sacar a los cabecillas de las pandillas de ese penal y se contradice cuando acepta que son reos de alta peligrosidad que van a penales con régimen de menor seguridad.

“Algunos provenientes de la cárcel de Máxima Seguridad, por lo cual se entiende que son reos extremadamente peligrosos que hemos de debido de utilizar un operativo militar, helicópteros, vehículos militares custodiándolos, además de los propios custodios de los centros penitenciarios”, justificó Funes.

Moreno, cuyo testimonio grabado fue filtrado a la luz pública a través de un sitio web, declaró ante los fiscales que “la característica de la magnitud de lo que se iba a hacer requería del conocimiento del Presidente de la República, porque era una cantidad, creo que 25 (reos a trasladar), eso ni se lo echaba tampoco solo el ministro (Munguía)”.

El exfuncionario agregó que “si después de eso le contara todos los detalles, eso era otra cosa, el ministro tenía que buscar el respaldo del Presidente para eso”.

En seguida, Moreno señaló la “premura” con la que actuaron, porque se pudo haber roto los procedimientos establecidos en la Ley Penitenciaria para el cambio de penal de máxima seguridad a otro de menor seguridad.

“Por las 24 horas en las que, creo que se dio esto… o sea yo tengo la información de que ellos toman la decisión el 8 de marzo, no, a ellos los trasladan el jueves 8 si no me equivoco, pero ellos han tomado la decisión el 7 o 6 de marzo y los trasladan el jueves 8, con esa premura creo que se rompieron los procedimientos”, dijo Moreno.

Lo dicho por Moreno coincide con lo que los fiscales le manifestaron al exdirector de Penales, Rauda, de que tenían información de que los análisis criminológicos de los 30 cabecillas se hicieron después de haber sido trasladados.

Rauda declaró en la Fiscalía, según la grabación de su declaración, que el exministro Munguía Payés le había entregado el listado de los 30 cabecillas pandilleros que serían trasladados del penal de Zacatecoluca y le “ordenó que los estudios (criminológicos) tenían que estar a la mayor brevedad posible”.

Es más, los fiscales le cuestionaron a Rauda que los traslados de esos reos se habían saltado todos los requisitos que señala la ley por el nivel de peligrosidad de cada uno de esos individuos que iban a trasladar. Es más, los fiscales señalaron que esos traslados más las salidas para las conferencias de prensa se hicieron de forma ilegal.