Policía muere tras un tiroteo con asaltantes

Los ladrones seguían a la víctima desde un banco. El hecho ocurrió en Armenia

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Investigadores policiales y fiscales recaban evidencias donde fue asesinado el agente José Nazario Pérez, quien viajaba con cuatro familiares en el carro blanco. La víctima mató a dos asaltantes al tratar de defenderse. Foto EDH / Mauricio Cáceres

Por Diana Escalante Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2013-12-10 7:00:00

Un agente destacado en la Unidad de Control Migratorio y Fiscal de la Policía Nacional Civil murió, ayer al mediodía, al enfrentarse a balazos con varios asaltantes que lo emboscaron a 30 metros del desvío a Armenia, en Sonsonate.

El policía José Nazario Pérez estaba en su día de descanso y se dirigía en su vehículo hacia Sonsonate, tras haber acompañado a un familiar a retirar cerca de $4 mil en una agencia bancaria de San Salvador.

Jefes policiales informaron que Pérez manejaba el carro placas 108-530 y lo acompañaban cuatro parientes, entre ellos su hijo de unos 5 años y un militar.

En el trayecto, la familia hizo un alto para comprar en una tienda y fue entonces que unos seis hombres que iban a bordo de tres carros los interceptaron y, a punta de pistola, les robaron el dinero.

Cuando los ladrones se daban a la fuga, José Nazario les disparó y estos le respondieron. Durante la balacera murió uno de los delincuentes, quien no fue identificado, y otro resultó herido pero huyó con el resto de atacantes.

Pérez quedó gravemente lesionado y pereció minutos después, antes de que sus colegas lo pudieran llevar en una patrulla hacia el hospital.

Según las autoridades, en el desvío al Cerro Verde, a dos kilómetros de distancia de donde fue la balacera, los ladrones abandonaron el cadáver de Eleázar Enrique Santos Martínez, de 39 años, el hombre al que el policía logró herir.

Testigos del hecho le relataron a los investigadores y fiscales que los sujetos se dirigieron a la zona de El Congo, en Santa Ana, tras lanzar el cuerpo de Santos a la calle.

Aunque la Policía desplegó a medio centenar de policías y soldados en la zona para dar con los delincuentes, hasta ayer por la noche no se reportaban capturas.

Agente hizo escudo para proteger a familia

Fuentes allegadas a la investigación manifestaron que algunos testigos relataron que, cuando al agente José Nazario Pérez se le acabaron las balas, se puso de espalda a los homicidas para hacer una especie de escudo y evitar que sus familiares, sobre todo el niño, fueron lesionados.

Para procesar la escena donde ocurrió el tiroteo, las autoridades cerraron por completo los carriles que de San Salvador conducen a Sonsonate y habilitaron a doble vía el sentido contrario.

Debido a que los vehículos y autobuses debían circular a paso lento frente a la escena, cientos de personas pudieron observar que el cadáver de un asaltante yacía sobre el pavimento y el del policía en la cama de la patrulla. Los más horrorizados eran los niños, quienes tenían expresiones de asombro y desconcierto.

Fuentes policiales, contrario a otras ocasiones, atribuyeron el tiroteo y asesinato del policía a bandas de asaltantes organizadas que delinquen en esa región y no a grupos de pandillas.

Este es el segundo asesinato en una semana cometido contra conductores que son seguidos por asaltantes, en la zona occidental.

El pasado 2 de diciembre, un hombre que supuestamente se dedicaba a llevar encomiendas de El Salvador al extranjero se detuvo en un comedor, situado cerca del desvío a El Congo, y dos hombres que los habían estado persiguiendo en un carro entraron al negocio para robarle.

La víctima, según las autoridades, se opuso y cuando intentó defenderse con su arma de fuego los delincuentes lo mataron. Por este homicidio tampoco hubo capturas.

Hallan cadáver

Las autoridades recuperaron el cuerpo de una persona, cuyo cadáver fue desmembrado y las partes depositadas en bolsas de plástico que luego fueron lanzadas en una cuneta, en el kilómetro seis de la carretera de Oro, en el sentido de Soyapango a San Salvador.

La Policía fue alertada del hallazgo por habitantes de la zona, quienes descubrieron la escena guiados por el olor putrefacto. En una bolsa estaba la cabeza, en otra los huesos, el abdomen y las manos; en la tercera había un pantalón.

Por el avanzado estado de descomposición se presume que la víctima tenía varios días de haber sido asesinada.

Mientras que Amílcar Melgar, de 19 años, fue asesinado ayer en el cantón Tecualuya, en San Luis Talpa, La Paz. Según la Policía, era marero.