El Programa Mundial de Alimentos (PMA) en coordinación con Fusal, la Secretaría de Inclusión Social y la gobernación entregaron ayer víveres a 308 familias que han resultado afectadas por la roya en ese municipio. Este grupo forma parte de las 1,043 familias beneficiadas con esa entrega.
El impacto que ha tenido esta situación en los cafetales de Apaneca ha sido tal que la gran mayoría de las personas beneficiadas con la entrega de víveres ya no tiene fuentes de empleo porque la cosecha de café ha tenido una reducción drástica.
José Candelario Peñate, del caserío Monte Sagrado, cantón Quezalapa, expresó que antes que la roya afectara los cafetales sacaba hasta 20 arrobas de café al día. Ahora apenas son cuatro, lo que supone $4 que resultan insuficientes para llevar sustento a su grupo familiar.
Pero la situación no sólo ha afectado la producción, sino también las fuentes de trabajo, ya que antes en algunas fincas de la zona trabajaban hasta seis cuadrillas (entre 25 y 30 personas en cada una), mientras que ahora sólo una.
“Lo que antes ganábamos hasta 200 dólares, cada 14 días, ahora apenas son $40. Eso perjudica a las familias porque ya no nos alcanza para comprar alimentos suficientes, una medicina o a los niños comprarles vestuario y calzado”, manifestó Peñate.
Fue ante esa necesidad que el PMA, junto a las otras instituciones y en colaboración con cooperantes como España, Brasil, Australia y USAID, impulsa la entrega de alimentos desde hace tres meses en las 16 comunidades más afectadas.
Cada paquete contiene 66 libras de maíz, 66 de arroz, 19 de frijol y cuatro litros de aceite. Cada paquete está valorado en $68, aproximadamente, expresó Jenifer Santos, de Fusal.