La Fiscalía General acusó ayer a siete pandilleros de la 18 de haber participado en el asesinato del testigo identificado como Jaguar. El hecho fue cometido dentro de las bartolinas policiales de Los Planes de Renderos, Panchimalco.
Francisco Alfonso Hernández Montes o Mario Alexánder Reyes Chávez, alias Pinki, miembro de la misma pandilla, fue acribillado la madrugada del 2 de marzo pasado por un comando armado que, según las investigaciones, demoró 12 días en planificar el ataque.
El asesinato de Pinki dejó al descubierto lo vulnerables que son las bartolinas policiales para los delincuentes y develó toda la logística que implementa una mara para silenciar los informante de las autoridades en casos de narcotráfico y extorsión.
La acusación contra Carlos William Mena; Érick Adalberto Ruiz Santos, apodado Chorro de Humo; Ulises Ernesto Machado Mancía, alias El Maizorro; William Alexánder Argueta Mejía, apodado El Baxter; y Naúm Antonio López Mena, conocido como El Negro, fue presentada en el Tribunal Especializado de Instrucción A de San Salvador.
Fuentes de la Fiscalía informaron que los cinco imputados ya están recluidos por otros delitos y se les acumuló el de homicidio contra El Jaguar. Por este caso, también son procesados otros dos hombres que se encuentran prófugos.
El Tribunal de Instrucción ha programado para hoy la imposición de medidas contra los acusados, según Víctor Fuentes, fiscal de la Unidad Especializada Antipandillas y delitos de Homicidio.
Las investigaciones señalan que, para cometer la ejecución, esta estructura delictiva involucró al exagente policial Ronald Edenilson Mena Mena , quien el día del atentado era el bartolinero que estaba a cargo de la seguridad en la referida sede de la Policía.
Mena Mena está recluido en un centro penal de Metapán, mientras continúa el proceso en su contra.
Delataría a mareros
El 30 de julio pasado, tras la detención de El Baxter, el fiscal general, Luis Martínez, lo acusó de ser el autor intelectual del asesinato del Jaguar.
Mientras que el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Perdomo, explicó que la víctima delataría con las autoridades a otros integrantes de la 18.
“El sujeto estaba en un proceso de implicar a entre 70 y 100 integrantes de pandillas. Era un testigo importante para desmantelar una de las clicas más grandes de la zona de San Salvador”, aseguró Perdomo, en esa ocasión.
El funcionario agregó que Argueta era el cabecilla de la Pandilla 18, de la línea revolucionaria, que opera en la región conocida como La Gran Manzana en colonia Zacamil, en Mejicanos; y la Santísima Trinidad, en Ayutuxtepeque.
También se informó que Argueta habría entregado dinero al bartolinero Edenilson Mena Mena para que dejara entrar al recinto a otros pandilleros para ejecutar al Jaguar.
El día del asesinato, con la ayuda del exagente, dos hombres con los rostros cubiertos entraron al puesto policial, por la parte de atrás, y mataron a la víctima. Después del hecho, el bartolinero declaró a sus jefes y a la Fiscalía su supuesta verdad: confesó que había sido comprado por los mareros y había colaborado en la logística del crimen.