Un microbús de la ruta 140 que hacía su recorrido de San Martín a San José Guayabal ayer a la 1:30 de la tarde fue atacado a tiros por pandillas, incidente en el que no hubo víctimas humanas entre los pasajeros.
Fuentes allegadas a la empresa afectada manifestaron que este hecho sucedió en represalia a la negativa de los transportistas a pagar la “renta” y el “aguinaldo” que han exigido las pandillas desde principio de mes.
De acuerdo con los empresarios, las maras han demandado 3,500 dólares a la ruta, una suma de dinero que según los afectados escapa a sus posibilidades.
El ataque de ayer fue perpetrado por al menos cinco sujetos armados en el cantón El Rincón, quienes al ver que el microbusero no detuvo la unidad en un punto desolado de la carretera abrieron fuego contra el vehículo.
Como resultado del ataque, dos llantas delanteras de la unidad fueron dañadas y aunque transportaba pasajeros las balas no alcanzaron a ninguna persona, dijo un empresario.
La Policía acudió a la zona y procesó la escena y luego trasladaron el microbús al estacionamiento de la ruta en San Martín.
Desde principio de diciembre las maras se han dado a la tarea de colocar barricadas u obstáculos en puntos desolados de la carretera de San Martín a San José Guayabal para que los conductores detengan sus unidades.
De acuerdo con los transportistas, los sujetos se aprovechan de que en el trayecto no hay presencia policial permanente.
Estos hechos incrementan la incertidumbre en empleados del transporte colectivo. A raíz del ataque los transportistas no han manifestado si paralizarán el transporte de pasajeros en los siguientes días.
Luego del ataque ayer, dos horas después se observó un microbús de la ruta 140 que realizaba viaje de San José Guayabal a San Martín.
En el sector del incidente son frecuentes los asaltos de sujetos armados, quienes aprovechan el momento en que se bajan y suben pasajeros. Este caso se suma a los ataques que se han dado en la ruta 2 de Mejicanos.
Según Fecoatrans (uno de los gremios de transportistas) en el año se han registrado 33 asesinatos de empleados del transporte colectivo de pasajeros, cinco casos más que el año anterior.
También dos unidades del transporte han sido incendiadas por no pagar las extorsiones. Los empresarios del transporte de pasajeros han pagado unos 36 millones de dólares por concepto de extorsiones a las pandillas.
Estos hechos han ocurrido mientras las autoridades han manifestado que los chantajes han disminuido en casi un 10 por ciento.