Escuela no recibe fondos autorizados para mejoras

Hace poco más de un mes, la institución firmó los papeles que harían efectivo el cobro

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El centro escolar urge del desembolso para realizar los trabajos, que incluyen el cambio de techo. Foto EDH / Mauricio Guevara

Por Mauricio Guevara comunidades@eldiariodehoy.com

2013-12-16 7:00:00

SANTA ANA. Después de cinco años de gestión y de suplicar fondos para realizar mejoras “urgentes” del techo en el centro escolar Leopoldo Mayén Torres, de la ciudad, el Ministerio de Educación (Mined) aprobó a inicios de noviembre una partida de 10 mil dólares para hacer ese y otros trabajos en la institución educativa.

Sin embargo, el traslado de los fondos aún no se ha hecho efectivo, lo que genera preocupación a las autoridades del centro escolar, pues ello implica retrasos en los trabajos y, a la larga, incomodidades para los estudiantes.

El director del centro escolar, Rafael Figueroa, aún alberga la esperanza de recibir el depósito “pronto”, pues recuerda que los recibos los firmó en noviembre pasado y explica que el desembolso dependerá del Ministerio de Hacienda.

De igual manera lo hizo saber el director departamental de Educación, Martín Alarcón Zamora.

“Lamentablemente en este país tenemos tanta burocracia, pero los fondos ya están. Lo único que esperamos es que Hacienda nos dé la autorización de depositarlos”, dice Alarcón Zamora.

Por su parte, Figueroa reconoce que hasta este año, los estudiantes no han estado recibiendo sus clases en las condiciones adecuadas.

“Aquí en las tardes, los jóvenes no alcanzan ni siquiera a leer de tan mala que está la iluminación”, manifiesta.

Además de mejorar el sistema de alumbrado en la institución, con ese dinero se pretende construir una bodega que les permita almacenar adecuadamente los alimentos que brindan a los alumnos, mejorar los servicios sanitarios y reparar el techo de cuatro aulas.

De hecho, en este último punto, cinco empresarios santanecos colaboraron en la reparación del techo de cinco aulas de la tercera planta, pero quedaron pendientes cuatro más. Los trabajos fueron ejecutados en junio pasado y rondaron los 6,200 dólares.

La iniciativa de los donantes anónimos surgió luego de enterarse de que a finales de mayo hubo que suspender clases porque las aulas se inundaron.

El problema del techo se agravó por el excremento de las palomas que llegan continuamente, así como las que mueren en el sitio.

El director dice que “cuando una paloma se muere y comienza a descomponerse es cuando se forman los gusanos. Ha habido veces que a los alumnos les han caído encima”. Es más, el excremento de las aves y el agua que se filtraba por las láminas había ocasionado un problema de insalubridad.

Tanto así que el Ministerio de Salud (Minsal) había declarado como “inhabitable” el tercer nivel del edificio.

Ante la falta de ayuda de las autoridades durante años, los docentes, alumnos y padres de familia realizan constantes actividades para recaudar fondos que les permitan mejorar la institución.

Es por ello que esperan que no haya más retrasos en dar el dinero que tanto urge.

“Nos preocupa que los trabajos comiencen cuando los niños estén en clases, porque eso afectará no sólo su salud, sino también su rendimiento académico”, considera Figueroa.