Creativos, divertidos y solidarios

"LA ENSALADA" fue el primer grupo en San Vicente que unió a muchos lugareños que buscaban protagonismo en las fiestas patronales de la ciudad. Tras desaparecer surgieron dos con el mismo sentir: La Farsa a punto de cumplir 68 años y Brim Bran que celebrará sus 50.

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Desinhibidos al máximo, así lucen los integrantes de La Farsa cuando se trata de desfilar cada 28 de diciembre por las principales calles vicentinas . foto edh/ cortesía josé juan rodríguezLa caravana de los "Brimbranes" también es parte de su tradición. Se realiza el 31 de diciembre, a la median

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2013-12-07 7:00:00

1945 marcó el nacimiento de La Farsa, una asociación estudiantil formada por jóvenes que deseaban involucrarse de lleno en las festividades de su tierra natal en honor al Patrono San Vicente Abad y Mártir, además de llevar al pueblo un día de alegría y esparcimiento.

La participación de La Farsa en el primer desfile de correos, aquel 28 de diciembre, Día de los Inocentes, fue inolvidable.

Ellos estaban decididos a divertir a los vicentinos y se les ocurrió montar un desfile bufo.

Se disfrazaron de mujeres, animales, payasos e indios y lograron su objetivo: ser el hazme reír de la concurrencia.

La noche de ese mismo día desde el Palacio Municipal escenificaron la primera obra cómica titulada “Óscar Rodríguez” escrita en versos y rimas, donde se casaba a una pareja de enamorados.

La concurrencia disfrutó a carcajada limpia, la organización comenzó a caracterizarse por su humor blanco.

José Juan Rodríguez, secretario de la asociación, no esconde su entusiasmo al hablar de La Farsa en la que lleva 15 años y donde afirma ha aprendido muchas cosas.

“El ser parte de este círculo me ha ayudado a socializar más, conocer nuevas personas y ser solidario ante las necesidades ajenas”, dice.

Las catástrofes como el terremoto de 2002 y el deslave del Chichontepec hace cuatro años, que golpeó fuerte a los vicentinos, puso a prueba la capacidad de organización.

La experiencia los alentó a seguir más de cerca con labores sociales hacia los menos favorecidos de la localidad.

Los integrantes de esta asociación que suman unos 85 socios activos, están más unidos en noviembre y diciembre. Se reúnen todos los viernes para organizar las actividades de cara a su gran día.

El 28 de diciembre La Farsa anda en boca de todos los vicentinos porque saben que el desfile bufo de las cuatro de la tarde, les traerá además de diversión, sorpresas y travesuras.

La anécdota más recordada por Rodríguez, data de hace unos 30 años, cuando el padre a cargo de catedral, se negó a prestar al Patrono para que lo sacaran en su carro alegórico.

“Tocó ingeniárselas para engañar al sacristán invitándolo a almorzar, mientras algunos de los socios sacaban al patrono del templo.

Tremenda sorpresa se llevó Monseñor cuando vió la imagen desfilar… por suerte todo se quedó en un regaño para la directiva de esa época”, recuerda.

Su nombre e integrantes

¿Por qué La Farsa?. De acuerdo con Rodríguez este apelativo surge por el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes y fecha otorgada a la asociación naciente.

Un día en el que abundan las bromas, las mentiras y los engaños y la palabra “Farsa” les venía perfecta para la ocasión.

Ser parte de esta asociación, por tradición integrada solo por hombres, es fácil. Basta tener 16 años y no necesariamente ser originario de San Vicente.

Esto a juicio de Rodríguez los vuelve más populares entre los jóvenes , a quienes no se les exigen mayores requisitos más que un pago anual que puede variar según la economía de estos.

El año en que se suman los nuevos miembros a La Farsa, están obligados a participar en el desfile bufo, previo a esto, son bautizados con un baile tradicional al estilo “compónte, niña, compónte”.

Con el paso del tiempo sudan la camisa tomando parte en obras sociales ya sea en las Aldeas Infantiles SOS, con los ancianos del asilo o los niños de la ciudad, a quienes les organizan una fiesta en el parque Cañas.

Conseguir fondos para hacer realidad la ayuda solidaria los une como asociación y se fortalecen los lazos de amistad entre sus socios.

Tomar parte en el festival gastronómico mensual de San Vicente, y organizar conciertos les asegura dinero para sus arcas, que más tarde se traducen en ayuda a la comunidad.

“El último sábado de cada mes vendemos carne y bebidas en el festival gastronómico y recolectamos dinero. Hace tres años logramos traer al cantante de salsa internacional Víctor Manuel con mucho éxito, todo con la idea de tener fondos destinados a obras y también para hacer del 28 de diciembre un día inolvidable para los vicentinos.

Para este año El despertar Farsante iniciará con una caravana por las principales calles de la ciudad desde la medianoche, seguida de la serenata a la novia saliente y entrante y por la tarde el esperado desfile bufo.

Durante la noche después del recorrido del Patrono por la ciudad, el tradicional espec táculo piromusical, hasta cerrar con la orquesta Platinum, San Salvador All Star y la discoteca Súper Activa.

La multitud Brim Bran

Lo que comenzó como una reunión informal de un grupo de amigos en el parque central de San Vicente más tarde terminó convirtiéndose en un club festivo que este mes festeja medio siglo de existencia.

Así lo confirma Diego Marinero, miembro activo de Brim Bran y cuyo padre, dice con orgullo, fue uno de los fundadores en 1963, cuando los jóvenes hijos de obreros y familias de bajos ingresos económicos, carecían de una agrupación que los uniera y fortaleciera aún más sus lazos de amistad y de interés común.

“Se quería en ese entonces también que esa juventud tomara parte activa en los festejos patronales de la ciudad y se encargara de un día en particular para celebrarlo con una fiesta especial, por lo que se hizo la solicitud a la alcaldía y con mucho éxito”, asegura Diego.

El 25 de diciembre ya tenía dueño al ser concedido al club, no obstante 23 años después, justo en 1985 lograron que la comuna les asignara el 31, última fecha de los festejos y donde ellos tendrían la oportunidad de lucirse con el mejor cierre y ganar más popularidad entre los vicentinos.

Una de las peculiaridades de la nueva hermandad que cobraba vida, era que estaba formada exclusivamente por hombres, según Diego porque todos los trabajos y actividades que se hacían dentro del Brim Bran eran en su mayoría considerados pesados.

“Cuando se quiso incorporar a mujeres al club, todas se mostraron renuentes a realizar labores de limpieza, levantar sillas, mesas y utilería, entonces se decidió que debían continuar con la normativa solo para hombres”, dice Diego al rememorar los primeros años de lo que él considera una hermandad que le ha dado muchas satisfacciones.

El tener la responsabilidad de un día en particular dentro del programa de las fiestas vicentinas, que tiene lugar del 12 al 31 de diciembre, les hace unirse más para organizar con anticipación actividades donde se recaudan fondos y puedan lucirse con la alborada, una vistosa carroza y una quema de pólvora inolvidable.

Su nombre y quehacer

¿Qué significa Brim Bran? El diccionario lo define como “multitud”, una palabra que nació en medio de la tertulia nocturna de los jóvenes vicentinos de los 60 y que les pareció ideal para bautizar a la nueva sociedad.

Los miembros que suman más de 180, la mayoría residentes en San Vicente y otra porción en la capital y fuera del país, están sabedores que lo fuerte del club se concentra el último mes del año cuando el reto es hacer especial el 31 de diciembre.

A lo largo de los once meses, además de realizar actividades para recolectar fondos, donde una parte es destinada al asilo de la ciudad y otra a las aldeas SOS, también se solidarizan con causas sociales, medioambientales, benéficas y culturales.

De acuerdo con Diego Marinero, uno de los logros más grandes es traer artistas internacionales.

“En el 2011 nos subimos a una aventura de más de 40 mil dólares trayendo al salsero puertorriqueño Maelo Ruiz; los vicentinos respondieron y el parque se abarrotó”, dice con satisfacción.

A sus eventos se suman la carrera de velocidad de un cuarto de milla de vehículos, la exhibición de vehículos “carshow”, la tradicional caravana de vehículos de los festejos patronales más grande de diciembre y la inolvidable quema de pólvora, durante la alborada del 31 de diciembre.

Para ingresar a Brim Bran se requiere tener 15 años y ser apadrinado por alguno de los que ya forman parten del círcu lo. Podrán estar activos hasta los 30 años, después se convierten en miembros retirados cuyas opiniones siempre son tomadas en cuenta.

La única señorita en el Club es la elegida como su reina, para representarlos durante los festejos patronales, en los dos últimos años Brim Bran presume haber ganado los dos reinados con su elegida.

Si bien 2013 ha sido un poco apagado en cuanto a actividades, la idea es concentrarlas en una celebración en diciembre donde esperan la participación de las máximas autoridades vicentinas. 50 años de existencia no pueden pasar inadvertidos, dijo con certeza Diego Marinero.