Luchan por que personas con VIH sigan tratamiento

Parte de ese esfuerzo es la clínica de atención integral inaugurada ayer en el hospital San Rafael

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Los pacientes eran atendidos en consultorios dispersos, ahora en un área más adecuada.

Por Lilian Martínez nacional@eldiariodehoy.com

2013-12-18 8:00:00

Entre 800 y 900 personas que viven con VIH serán atendidas en las nuevas instalaciones de la clínica integral inaugurada ayer en el hospital San Rafael y destinada a un grupo, en el que el paciente con menor edad tiene 12 años y de mayor edad tiene 72.

La doctora Zulma Méndez, coordinadora de la clínica, explica que hasta el martes habían estado atendiendo a los pacientes en consultorios dispersos. “Ahora vamos a tener un área para que las personas con VIH puedan ser atendidas de una forma más eficiente y cálida”, afirma Méndez.

La clínica tiene un equipo multidisciplinario de entre 12 y 15 personas. Entre ellos: una educadora, una psicóloga, una enfermera, una promotora y varios voluntarios.

La clínica tendrá un área para grupos de autoayuda que, en palabras de Méndez, mejoren la adherencia al tratamiento entre los pacientes sobrevivientes de abuso sexual, adicciones y violencia.

La médico explicó que actualmente, en esta área del hospital San Rafael se atiende a 800 pacientes, pero se tienen pendientes de “reconectar al sistema de salud” un aproximado de 150 pacientes. Según la doctora Méndez se trata de personas que han sido objeto de la “discriminación” que aún existe hacia las personas con VIH.

La doctora Méndez añade que “cada vez el VIH se está presentando en los extremos de la vida”, por lo que en su opinión se debe cuidar más a las personas de esas edad.

Sayuri Sosa, promotora de Salud de la clínica, agrega que en la clínica de atención integral los pacientes tienen acceso a consulta de infectología, pero también de pediatras, ginecología y odontología.

Además de la clínica integral, el hospital y varias unidades de Salud han conformado una “red de cuidadores primarios de VIH”. El objetivo de esta red, en palabras de Méndez, es “acercar el hospital” a los cantones y caseríos donde viven los usuarios.

La coordinador de la clínica considera que, como parte del programa Apoyo Domiciliario a la Terapia Retroviral (Adtar), el personal de las unidades de salud va hasta donde viven los pacientes. “Tenemos ahorita 12 pacientes que están con Adtar que no se nos han muerto y estaban en riesgo de morir y las unidades de salud nos están apoyando muchísimo para esto”, asevera Méndez.

La doctora Sonia Paises, de la Unidad Comunitaria de Salud Familiar de Sitio del Niño hizo describe la labor de los cuidadores primarios. A través de ellos dice haberse dado cuenta de la no adherencia de los pacientes y de las alternativas que se les ofrecen con tal de que no abandonen el tratamiento antirretroviral.

“En la historia de cada paciente se puede uno dar cuenta de la realidad del VIH en nuestro país y de la cruda realidad de violencia sin necesidad de ver u oír los medios de comunicación”, dice.

La médico concluye que “hay necesidad de más infectólogos o internistas, en su defecto” para disminuir la carga que tiene el personal de la clínica del San Rafael.

Según Paises: “El departamento de Estadística del Minsal debe cambiar los números de la maquila en la producción por la calidad y la calidez que se demanda en cada programa de atención”.

Esta médico considera necesario que la distancia que separa “la calidad y la calidez y la lucha por el mayor número de pacientes vistos deje de existir”, para poder hacer una mejor práctica medicina.