Nacimientos, recreación bíblica milenaria

Un garaje hecho ciudad La familia Oviedo, originaria de San Vicente, lleva 20 años de transformar la cochera de su hogar en un Belén gigante. Decenas de lugareños y turistas acuden para contemplar esta obra, que es parte del espíritu de la Navidad.

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Nacimientos, recreación bíblica milenaria

Por Texto: Omar Carbonero Fotos: Omar Carbonero-Huber Rosales-Miguel Villalta

2013-12-22 8:00:00

Los nacimientos existen en pequeños, medianos y grandes. Son coloridos y populares. Son el punto de atracción en cientos de hogares salvadoreños que ponen hasta la última gota de creatividad para lucirlos cada fin de año. Todos evocan el nacimiento de Jesucristo y los grandes personajes bíblicos que son parte de la historia más importante de la humanidad.

En época de Navidad se observan por doquier con propuestas de pesebres ingeniosas y familias completas dedicadas a ponerle el toque personal a tal recreación.

Según Rodrigo Calvo, habitante de Izalco, el montaje de su nacimiento le lleva cierto tiempo.

“Lo realizo en dos semanas, pero los preparativos me llevan un mes. Las imágenes miden todas 70 centímetros de alto”, dice Calvo, quien trabaja con los artistas en imaginería sacra Manuel Quilizapa y José Pachaca.

Izalco, en Sonsonate, es uno de los municipios más intensos en la creación de este tipo de expresiones religiosas, una tradición que, por dicha, no se pierde de generación en generación para deleite de todo tipo de público que llega hasta del extranjero para admirarla.

Élmer Rugamas, propietario de uno de los más grandes y llamativos nacimientos en Izalco, explica que existen tres tipos de estos: el popular, donde está recreado todo el pueblo, como iglesias, los borrachos, el cipitío y la Siguanaba y que, por su naturaleza, también es costumbrista. Existe otro popular donde se observa a San José de carpintero, la virgen torteando o cosiendo, así como los personajes haciendo oficios varios.

El tercero es totalmente religioso y educativo, donde se elige un capítulo bíblico y, con base a ese, se recrea la escena. Las tres formas evocan de forma pintoresca el nacimiento del Rey.