LA UNIÓN. Un aproximado de 100 familias del caserío La Magallera del cantón La Leona en Intipucá pide a la alcaldía que retome un proyecto de introducción de agua que está en abandono.
La anterior administración municipal construyó el pozo que abastecería la zona, pero no hizo las conexiones requeridas para la distribución.
“Entró nuevo alcalde, pero él no ha querido continuar con el proyecto. Tenemos años de estar comprando el agua a tres dólares cada barril”, manifestó Carlos Ortiz, habitante de la referida comunidad.
“El proyecto está en abandono, solo construyeron el pozo y nadie sabe con certeza si la alcaldía terminará el proyecto”, expresó por su parte Ana Iris Álvarez, también residente del lugar.
“Siempre la hemos comprado, hay familias que gastamos hasta 60 dólares mensuales solo en adquirir el agua, y para lavar la ropa debemos ir al río”, añadió la señora Álvarez.
Los afectados esperan que la comuna termine el proyecto al hacer la introducción de las tuberías, así lograrán poseer agua en sus viviendas.
Los afectados reiteran que para obtener el agua no solo deben comprarla, sino caminar aproximadamente un kilometro para transportarla desde donde la venden hasta sus hogares.
Explican que el exalcalde Hugo Salinas solo les perforó y construyó un pozo que luego quedó abandonado.
Enrique Méndez, el actual alcalde, dijo que el pozo que construyó la administración anterior tuvo un costo de 18 mil dólares.
El edil recalcó que falta lo fuerte de la inversión, unos 500 mil dólares, para instalar el sistema de bombeo y toda la red de distribución por cañería a cada vivienda.
Méndez manifestó que tiene varias semanas de estar realizando diligencias en el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) para solicitar que les hagan el estudio de impacto ambiental.
También busca que el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL) les financie la mitad de los fondos necesarios para culminar el proyecto.
“Queremos que el FISDL nos financie 250 mil dólares y la otra mitad la pondría la alcaldía”, aseguró el edil.
El alcalde agregó que han observado que el agua del pozo posee un color amarillento y hay sospecha de que esté cargada de hierro u otros metales.
“Hemos mandado a hacer unos estudios (del agua) a un laboratorio privado, autorizado por las entidades correspondientes, y al tener el resultado lo anexaremos a la carpeta técnica que hemos presentado al FISDL”, dijo el edil.
Méndez dijo que en varias ocasiones el FISDL les ha regresado la carpeta técnica con observaciones.
El alcalde sostuvo que deben presentar los resultados del estudio del agua, y al tenerlos se determinará el tipo de bomba a instalar y cómo se va a clorar el líquido.
De no estar apta para el consumo humano, el alcalde considera que la fórmula a utilizar será el sistema de bombeo, para limpiarla cada año y evitar problemas de contaminación y enfermedades en la comunidad.