A sus 12 años de edad, María Alejandra Marroquín fue la única niña en culminar las clases de Matemáticas impartidas en la Casa de la Cultura de Santa Ana.
Durante todo el año 2013, la pequeña acudió sábado a sábado para recibir el refuerzo escolar, no porque lo necesitara, sino porque se considera una amiga de los números.
“Me gusta la matemática, yo lo que espero es poder sacar una buena carrera (universitaria), dice la infante. Aunque por el momento no ha decidido en qué le gustaría especializarse.
Ella es una de los ochenta niños y jóvenes que culminaron sus actividades correspondientes al 2013 en este recinto cultural.
A lo largo del año se impartieron talleres de serigrafía, piñatería, guitarra, piano, violín, figuras en barro, dibujo y pintura, entre muchos otros.
La directora, Gertrudis Estrada, se mostró satisfecha con los logros alcanzados este año e instó a los estudiantes a que no dejen de asistir a las clases el año entrante.