Avanzar a vuelta de rueda en medio del caos vehicular en las zonas donde el Ministerio de Obras Públicas (MOP) ejecuta obras viales le quita el espíritu festivo a los conductores.
El bulevar del Ejército y la alameda Juan Pablo II son dos de esos puntos donde el desorden aún impera porque el Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss) sigue en construcción.
Desde hace seis meses, cuando iniciaron los trabajos, a la altura de los centros comerciales de Soyapango hasta la Juan Pablo II, se agudizaron los congestionamientos vehiculares.
El presidente Mauricio Funes dijo ayer que el gobierno nunca ha negado que se causarían inconvenientes con la construcción de la primera fase del Sitramss, que va desde el bulevar del Ejército hasta el punto donde se interceptan la alameda Juan Pablo II y la 33a. Av. Norte.
Funes junto al ministro de Obras Públicas, Gerson Martínez; y al viceministro de Transporte, Nelson García, habilitó ayer dos carriles segregados del primer tramo del Sitramss en el bulevar del Ejército.
Las autoridades esperan que el tráfico vehicular sea “más ordenado y fluido”.
Pero mientras el mandatario justificaba la ejecución de las obras, los conductores que transitaban por dicho bulevar se enfrentaban a un fuerte congestionamiento.
La ejecución simultánea de las obras por parte del Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha generado pérdidas al comercio formal e informal. A inicios de diciembre los pequeños comerciantes de la alameda Juan Pablo II denunciaron que las ventas habían bajado en hasta un 50 % debido al tráfico vehicular y a la falta de acceso en puntos medulares.
Los comerciantes esperaban que las ventas se incrementaran a partir de noviembre.
El cierre de tramos en la Juan Pablo II es otro dolor de cabeza para los automovilistas, que no tiene otra alternativa que tener “paciencia”.
Tanto conductores como usuarios del transporte público han exigido al MOP que anuncie con anticipación sobre los cambios en la circulación y los cierres de vías.
Pese a los inconvenientes, las autoridades dijeron ayer que se deben destacar los beneficios y no las “incomodidades” que estos trabajos generan.
Muy a su estilo, el presidente Funes aseguró: “La incomodidad siempre genera costos y la incomodidad producto de una obra física corre el riesgo de que por ver el árbol se tape el resto del bosque”. El mandatario argumentó que los proyectos en la red vial se han planificado “con mucha anticipación”.
Pero esa no es la percepción de los automovilistas y las asociaciones de transportistas que denuncian que las obras se ejecutan “a la carrera”, antes de las elecciones presidenciales.
“Es un proyecto que se viene planificando con mucha anticipación por el gobierno de la República, y que tuvimos que ir a buscar los recursos a la comunidad financiera internacional, y encontramos el interés del BID para financiarlo”, expresó el mandatario.
Otra de las obras del MOP que ha causado molestias son las que se ejecutan en la entrada a San Miguel, sobre la Panamericana, las cuales iniciaron en septiembre. El cierre parcial de la avenida Roosevelt por los trabajos de recarpeteo y ampliación de la arteria no han dejado de incomodar a los que transitan por la zona, en especial al transporte de carga pesada.
Al respecto, el ministro de Obras Públicas dijo que el 31 de diciembre harán otra actividad para “habilitar” esa arteria.
El 28 y el 29 de diciembre se habilitarán los carriles de la Juan Pablo II y la carretera Panamericana en Santa Tecla. Las autoridades reconocieron que continuarán “entregando obras” después de las elecciones.