Las vías alternativas al Sitramss están en pésimas condiciones

Calles y avenidas están deterioradas y esto también afecta la fluidez del tráfico

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Así luce la calle principal de la colonia La Chacra. Esta es una de las vías alternativas. Fotos EDH / REN?? ESTRADA

Por Nidia Hernández Twitter: @ElTuiterdeNidiaNidia Hernández Twitter: @ElTuiterdeNidia

2013-11-28 8:00:00

Al iniciar el proyecto del Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss), las calles que las autoridades de Obras Públicas denominaron como “vías alternas” ya estaban en mal estado, pero ahora su estado es pésimo.

Desde el 3 de junio de este año que arrancó la construcción del tramo I, sobre el Bulevar del Ejército Nacional, la calle principal de la colonia La Chacra es utilizada como opción para esquivar el tráfico pesado y llegar con celeridad a su destino.

Pero circular por La Chacra “es un verdadero martirio”, contó Steven Montoya, quien ayer decidió pasar por la zona, lo que le costó dos llantas arruinadas y un rin destrozado.

Montoya solo contaba con una llanta de repuesto, lo que le sirvió para avanzar unas cuantas cuadras y buscar la llantería más cercana.

“Voy a invertir dinero que no tenía presupuestado”, dijo el afectado.

Por la arteria circulan unas 11 rutas, entre ellas la 41D, 29F, 3, 113, 140, 9A. Los conductores relataron que es una “buena alternativa”, ya que conecta con el bulevar Coronel Arturo Castellanos y con el bulevar del Ejército, pero no es la mejor por el “exceso de hoyos” existentes.

“Nos toca pasar por aquí y casi que es obligatorio, pero en la noche es peligroso. Ni modo, nos arriesgamos”, afirmó el automovilista Joaquín Ruano.

Los que transitan por el Bulevar del Ejército esperaban que los carriles que no intervendrían estuviesen en buen estado, pero no es así.

El carril auxiliar que se conduce al oriente, en las cercanías de unas fábricas, está deteriorado.

Más inconvenientes

El 28 de septiembre pasado empezó la edificación de los carriles segregados en la Alameda Juan Pablo II. Desde ese día, por la 26a Avenida Norte el parque vehicular que recorre esa arteria es más pesado.

La calle parece “como sí no estuviera asfaltada, ni que es de concreto. Es exagerado, pero parecen cráteres los grandes baches”, aseveró la conductora Flor Segura.

Reynaldo Gutiérrez también usó la vía y pidió a las autoridades que la arreglen, ya que implica que la suspensión, las llantas y “todo el carro” se arruine por el uso constante de la arteria.

“Paso por aquí solo por llegar temprano, pero es una odisea”, añadió.

En las cercanías de esa avenida, sobre la Juan Pablo II en el carril hacia oriente existe una parte de la calle que tiene agua estancada, lo que dificulta el paso de los peatones y de los vehículos.

Mientras los que transitan por la Avenida Peralta padecen una situación similar.

En la mayoría de las arterias paralelas al Sitramss, el tráfico es pesado y las filas extensas de vehículos particulares y de transporte público se combinaban con los baches de las vías.

Ayer, para no pasar por la calles arruinadas y evitar la congestión vehicular, algunos automovilistas que venían por la 50a Avenida Norte, decidieron circular por la colonia Iberia, la cual también mostró su calle principal deteriorada.

Buseros se inventan rutas

“Estoy esperando la 7C y no pasa hace 20 minutos. Dicen que se ha desviado por otro lado, pero yo sigo esperando”, manifestó Zoila Peraza, quien esperaba el bus en la zona de la Terminal de Oriente.

Esa es otra de las dificultades que cuentan los usuarios del transporte público y es que los conductores de los buses y microbuses crean sus propias rutas, se basan en la congestión vial y si las calles son transitables.

José Medrano maneja un microbús de la ruta 41 E, que va hacia la Ciudadela Don Bosco, en Soyapango. Él reconoció que cada día hace nuevos recorridos. “Eso depende del tráfico que encuentre. Como puedo salir por la 26a Avenida Norte me puedo ir por La Peralta o por otro lado”, dijo.

Las vivencias de los automovilistas detallan que no sólo se enfrentan a la dificultad de los recurrentes embotellamientos, sino a calles y avenidas arruinadas, de las cuales Obras Públicas no menciona nada al respecto.

“Eso es lo peor, que tenemos que usar calles con baches y peligrosas y ni las reparan”, declaró Gutiérrez.

Los afectados esperan que el plan de ejecución inicial del Sitramss se lleve a cabalidad y que en febrero de 2014, como lo prevén los encargados, finalice el “calvario” que centenares han vivido por los diversos inconvenientes que ha acarreado la obra.