Cuestionan pago a constructora pese a fallas en obras chaparral

Ni la montaña se movió como se manejó al inicio ni la constructora ignoraba inconvenientes en margen derecha de la presa, según auditoría

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Estado actual de la inconclusa obra de El Chaparral por parte de Astaldi. FOTO EDH/ ARCHIVO

Por nacional@eldiariodehoy.com

2013-11-10 7:00:00

“Las malas condiciones de la margen derecha son conocidas por el Contratista Astaldi S.p.A. desde la etapa de licitación, ya que fueron incluidos en el informe de Diseño Básico”. Así de contundente fue la conclusión a la que llegó la empresa supervisora de los trabajos en El Chaparral y a cuya copia tuvo acceso El Diario de Hoy.

El informe de supervisión que realizaron dos firmas consultoras para la Comisión Ejecutiva Hidroléctrica (Cel), Euroestudios Ingenieros de Consulta e Ingenieros Consultores (Ingetec S.A.), prácticamente refuta los argumentos que dio la empresa italiana para justificar los atrasos en la megaobra y pedir al Estado una millonaria indemnización adicional.

Además, el informe señala otras fallas u omisiones en las que habría incurrido la constructora.

La construcción de la represa se paralizó en 2010 después que se alegó que “la montaña se había movido” por causa de dos tormentas, un argumento que fue descartado posteriormente por las autoridades, pero no se aclaró qué fue lo que sucedió en realidad.

Lo que sí está claro es que en el acuerdo directo al que llegó con la Cel por petición de esta última, la firma italiana dejó sentado que el atraso en los trabajos en El Chaparral se debía a “imprevistos imprevisibles en la margen derecha de la obra” y que los había hecho incurrir en costos por más de $52,3 millones. Pero lo que se cuestiona es que el gobierno decidió pagarle $108.5 millones por una obra inconclusa.

El mismo presidente Mauricio Funes salió a justificar ese pago, argumentando que si no lo hacían se corría el riesgo de ir a un arbitraje que hubiera resultado más caro.

Sin embargo, ese monto es casi la mitad del total que costaría la represa ($219 millones) y para lo cual Astaldi se comprometió a entregar bajo un contrato llave en mano (sin cambiar precio y plazo) en febrero de este año y que debía estar generando 66 megavatios como dice el contrato original.

La empresa ya había recibido un anticipo de $79.8 millones, según consta en los acuerdos para concluir el contrato.

Funes explicó en septiembre pasado que “se le agregaron aproximadamente unos 23 millones más porque era un acuerdo al que se llegó por los daños y perjuicios que se le otorgaban a la empresa como resultaba de renunciar voluntariamente al arbitraje”.

Pero el diputado de ARENA, Edwin Zamora, miembro de la subcomisión especial que ve el caso Enel-Cel y asuntos relacionados, cuestiona esa indemnización, sobre todo porque el informe de supervisión bota los argumentos de Astaldi de que fue “una sorpresa total” los problemas de inestabilidad encontrados en la margen derecha del macizo y que fueron recientes e inesperados, por lo que detuvieron los trabajos en la zona de la presa.

Con esos argumentos Astaldi logró la suspensión del contrato con el Estado salvadoreño y que este le pagara $108.5 millones por los trabajos inconclusos de la represa, por los que el gobierno le pagó ese dinero reconociéndole el 38.7 % de avance basándose en un informe de supervisión.

Para el diputado Zamora, este informe de supervisión deja manifiesto que Astaldi ya tenía conocimiento previo de esas fallas desde que concursó en el proceso de licitación. “El tema aquí queda clarísimo en el informe de supervisión que desde el principio se sabía que había que trabajar con el talud debido a las condiciones geológicas de esto”, argumentó.

En esta auditoría externa en el que se basa Zamora se exponen algunos comentarios en los que deja sentado que dado el conocimiento previo de las fallas en la margen derecha de la presa que tenía la empresa contratista, debe ser la única responsable de atender esos problemas.

“Bajo ninguna condición debe permitirse un segundo contratista en la obra que tiene como único responsable a Astaldi S.p.A”, sugieren los supervisores en su informe.

Cuestionan más detalles

En ese documento también le lanzan varias preguntas a Astaldi, a la que achacan que no entrega el análisis en el que “demuestre que la alternativa presentada es la óptima técnica y programáticamente”.

¿Por qué en la margen derecha se hace un reemplazo de material? ¿Por qué no se hace una excavación más amplia en la margen derecha para disminuir la profundidad de la pantalla en concreto?, son dos de las interrogantes que le hacen los supervisores a Astaldi.

También le cuestionan que no haya entregado el análisis donde demuestre que ha solucionado las interrogantes planteadas por su asesor Giovanni Lombardi como el caso de los “posibles movimientos a través de las diferentes capas de arcilla” o cómo “los supuestos movimientos del macizo” afectarán la presa.

Otros señalamientos

Los supervisores también le recuerdan a la empresa constructora de El Chaparral qué cuidados debía tener en la ejecución de los trabajos.

“Las estructuras que se proyecten construir en este sector deberán ser proyectadas cuidadosamente sabiendo que las propiedades de resistencia y deformabilidad no son las mejores”.

Pero también le dice que ha realizado una “inadecuada” excavación. Para ello refiere al numeral 6 de ese Diseño Básico en el que dice que las malas condiciones geotécnicas del macizo, agravadas por la inadecuada tarea de excavación y soporte, generaron problemas de estabilidad de la galería de la margen derecha.

Debido a eso, le alertan a Astaldi sobre la necesidad de una planificación adecuada de las obras superficiales y subterráneas que se proyectan construir en ese sector.

Por tanto, los supervisores de la obra insisten que para los constructores no eran desconocidos los problemas geolóticos en la zona.

“De lo anterior se concluye que, era claro para los licitantes que la situación geológica y geotécnica de la margen derecha era extremadamente complicada y desfavorable, como lo menciona el consultor Lombardi, siendo por lo tanto previsible para el Contratista Astaldi”.

Siempre haciendo referencia al Diseño Básico denominado Estudios geológicos/geotécnicos y específicamente al mapeo geológico en el área de la presa, banco de préstamo y cantera, en el numeral 2, los supervisores reiteran que las empresas licitantes, entre ellos Astaldi, tenían conocimiento de, por ejemplo, la inestabilidad del estribo derecho al ser excavado sin tratamiento.

Dice primero: “Resaltamos que en la obra, la margen derecha ha sido excavada sin una adecuada planificación, sin considerar taludes estables, ni de algún sistema de soporte, quedando además expuestas a las condiciones climáticas por largo tiempo, todo lo anterior, también puede propiciar la generación de fisuras e inestabilidades”.

Y luego remarca: “Esta situación ya ha sido advertida en varias oportunidades al Contratista Astaldi S.p.A”.

Los supervisores cuestionan a Giovani Lombardi, a quien identifican como asesor de la constructora, por afirmar que el resultado de la instrumentación de control instalada ha detectado movimientos debido a eventos de lluvia, pero que no entrega documentación técnica que soporte dicha afirmación.

También cuestionan a Lombardi cuando dice que las fallas encontradas en la margen derecha de la presa fueron inesperadas y recientes.

En sus comentarios, consignados en el informe de supervisión, Lombardi dice que ha sido “una sorpresa total” el que se hubieran encontrado con una diferencia entre las dos laderas de apoyo en el sitio de la presa.

Lombardi sugiere “una revisión fundamental del proyecto de la presa”, según consignan supervisores.

Pero los auditores le refutan que “no es una sorpresa total” que se hayan encontrado con la diferencia de condiciones , pues esta “era bien conocida desde el Diseño Básico, documento fundamental en el proceso de licitación”.

“Las condiciones geológicas del sitio fueron objeto de extensa campaña de investigaciones geológicas y geotécnicas”, dice el supervisor y luego detalla todos los estudios hechos en el sitio al tiempo que enfatiza que dada esas características geológicas del sitio, en especial en la margen derecha van a requerir tratamientos de fundación.

Los técnicos señalan que una gran parte del estribo derecho se sitúa sobre terreno que muestra “condiciones inestables”.

Y agregan que la contratista Astaldi “debe presentar específicamente qué condiciones no conocía por los documentos contractuales”.

Por su parte, Zamora considera que la contratista no cumplió en el proceso de construcción esas recomendaciones de los supervisores como tampoco entregó un diseño definitivo de la obra, a lo que estaba obligada.

“Las recomendaciones de las condiciones geológicas y las recomendaciones de cómo manejar esas condiciones geológicas existían desde antes de la licitación y Astaldi las conoció cuando ofertó”, afirma el legislador.

En conclusión, asegura: “el argumento de que esas condiciones son los que llaman a una indemnización adicional de acuerdo a este informe, no son argumentos sólidos”.

Astaldi declinó opinar sobre el informe de supervisión y las aseveraciones de Zamora.