SAN MIGUEL. Familiares y amigos de Fernando Josué Nolasco, de 20 años, hicieron una marcha para reclamar una ágil investigación por la desaparición del joven, que laboraba como instructor de aeróbicos en el estadio Féliz Charlaix.
José Mauricio Nolasco, padre del desaparido, explicó que el viernes uno de noviembre su hijo salió de su trabajo y caminó hacia su casa como todos los días, pero nunca llegó.
Tras la desaparición,los familiares realizaron la denuncia pertienente ante la Policía y Fiscalía, pero aun no hay resultados y temen por la seguridad del joven.
Otra caso que ha causado indignación en el oriente del país es la desaparición de doctora Isis Anelly Aparecio, quien fue vista por última vez el domingo tres de noviembre, frente al hospital del municipio de Nueva Guadalupe, donde laboraba.
Marina Rodas, una empleada del nosocomio explicó que ese día el esposo de la desaparecida la dejó frente al nosocomio, pero ella nunca ingresó y los vigilantes aseguran no haber visto nada fuera de los común.
Mañana el gremio médico y enfermeras de ese hospital saldrán a las calles para exigir el regreso con bien de Rodas. La marcha saldrá a las ocho de la mañana del kiosco de Chinameca hacia el nosocomio.
Piden a las autoridades que esclarezcan el caso
Mientras, en el muncipio de Guatajiagua, Morazán, familiares buscan a Eduardo Campos Henrriquez, de 18 años, quien tiene nueve dias de haber desaparecido. La última vez que lo vieron fue la mañana del jueves 31 de octubre en su vivienda.
Entonces recibió una llamada a su celular y salió y nunca más volvió. Autoridades sospechan que se trata de una desaparición ligada a rencillas entre pandillas.
A las autoridades les causa escosor hablar sobre la cifra de desaparecidos. El jefe fiscal de oriente, German Arriaza dijo, de manera muy ambigua, que en la zona oriental hay cuatro personas desaparecidas y que los familiares han denunciado.
Explicó que el caso más reciente es el de dos adolescentes desaparecidas de Moncagua. Pero no quiso profundizar el tema. No habla sobre el caso del instructor de aeróbicos, ni de la galena.