Si viaja en transporte público más de alguna vez le habrán ofrecido medicamentos a precios de “promoción” o “más baratos que en las farmacias”. Antibióticos, analgésicos, vitaminas y hasta pomadas de venta con receta son ofrecidos a los pasajeros en buses y microbuses, sobre todo interdepartamentales.
El origen de esas “promociones” está en la mira de la unidad Ambiental de la Fiscalía General de la República, que la semana pasada recibió evidencia recopilada por la Dirección Nacional de Medicamentos y el Ministerio de Hacienda, según la cual una cadena de farmacias con varias sucursales en el centro de San Salvador y en San Miguel estaría distribuyendo medicamento con entre tres y doce meses de vencido o almacenado en malas condiciones.
Entre cucarachas y ratas
En 10 farmacias inspeccionadas por la DNM se constató también que se suele vender medicamentos que necesitan receta a vendedores ambulantes de los mercados de dichos municipios.
“Cualquier producto que se venda en la calle y que se venda con receta no se debe comprar; no importa la marca”, advirtió el jueves el director nacional de medicamentos, Vicente Coto Ugarte.
Además de necesitar receta, esos productos han estado siendo almacenados en una bodega, según Coto Ugarte, repleta de cucarachas y heces de roedores. Ahí, las cápsulas de diclofenaco eran sacadas de los blister, para separarlas de las cápsulas enmohecidas y colocarlas en bolsas. Lo cual acelera el proceso de descomposición, según Coto Ugarte.
“Estas Farmacias del Centro, antes Casas de las Vitaminas, venden medicamentos sin receta, sin embargo tienen… vendedores ambulantes que venden medicamento con receta”, dijo el funcionario. Esa práctica es ilegal.
En la referida bodega se encontraron varias cajas de productos con empaques vacíos. “Muchos de estos productos ya están vencidos (…) o ya no tienen acción en el organismo”, agregó.
En los negocios inspeccionadas también se encontró medicamento falsificado. Tetraciclina (de uso oftalmológico), sildenafil (genérico de la Viagra), diclofenaco, amoxicilina y sueros endovenosos son algunos de los fármacos almacenados inadecuadamente y distribuidos a través de las farmacias inspeccionadas y buhoneros.
En marzo, la DNM quitó el permiso para operar e impuso una multa de 22,410 dólares a la Droguería Lafimarq por haber fabricado, almacenado y comercializado medicamentos sin tener la autorización ni las condiciones necesarios.