Niños migueleños disfrutaron ruedas gratis por dos horas

Es un beneficio que dan los empresarios de los juegos junto a la municipalidad

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Con esfuerzo muchos adultos abordaron los reducidos espacios de los juegos mecánicos. Foto EDH / Francisco torres

Por Francisco Torres comunidades@eldiariodehoy.com

2013-11-18 8:00:00

SAN MIGUEL. Cientos de migueleños disfrutaron ayer, durante dos horas, de los juegos mecánicos gratis en el campo de la feria, actividad que ya se ha vuelto una tradición en el marco de las fiestas.

Luis Sánchez, de 7 años, estaba listo en las gradas de un carrusel y apenas este detuvo la marcha, corrió a reservar y ocupar uno de los espacios en el juego mecánico.

Ahí espero hasta que su madre llegó para entregarle a Emerson, su primo de un año, y juntos disfrutaron del juego.

Sin embargo, la cantidad de asistentes era mínima, si se compara con la que se ha congregado en años anteriores.

Muchos adultos trababan de conseguir lugares en los juegos mecánicos y empujaban y pisoteaban a los niños que también trataban de disfrutar de este beneficio que ofrecen los empresarios de las ruedas, junto a la municipalidad.

Tampoco faltaron quienes, tras abordar alguna rueda, se negaba a bajarse y ceder espacio a otros.

Pero quienes más disfrutaron fueron los niños, como Carolina M. quien dijo que este es el único día en que puede dejar de lado la venta de verduras en el centro de la ciudad para divertirse, como hacen la mayoría de niños, a los 10 años.

Para abordar a los juegos habían filas que no sobrepasaban las cien personas; pero que además se aglomeraban en las entradas, afectando sobre todo a los niños.

El campo de la feria acogió entre 10 de la mañana y 12 del medio día a decenas de rostros de niños ansiosos.

“Traje a mi hijo porque hemos tenido problemas económicos y esta era la única forma de que él disfrutara”, dijo Sergio Magaña.

El joven admite que nunca entendió la importancia que esta actividad tiene en muchos niños, hasta que se quedó sin empleo. “Esto que hacen por los niños es muy bueno y ojalá que siempre lo hagan”, agregó el padre desempleado.

Un mal día

Pero mientras los niños y adolescentes se divertían, junto a sus parientes, los comerciantes venían el lado malo del asunto: las pocas ventas.

Sandra Solórzano dijo que ayer preparó muy temprano sus golosinas, esperando una mayor asistencia, pero cuando eran las 11:30 de la mañana a penas registraba un par de dólares de ingresos.

“Pensé que esto iba a estar más concurrido, que iba a vender más, pero no”, lamentó la comerciante, quien dijo que la actividad no contó con la publicidad necesaria por parte de los organizadores.

Pero a pesar de que en este caso hubo poca asistencia, en términos generales las actividades de las fiestas han tenido un gran éxito en cuanto a la convocatoria de asistentes.

El ejemplo más claro han sido los carnavalitos que han estado atiborrados de personas. Hay mucha seguridad en ellos.