El ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Perdomo, admitió ayer que el penal de Izalco, en Sonsonate, desde donde David Cisneros Sánchez tiene acceso a redes sociales, pese a estar recluido, “no tiene completo el sistema de bloqueadores (de teléfonos celulares)”.
El funcionario señaló que las autoridades ya iniciaron las investigaciones para dar con los reclusos que están haciendo uso de objetos ilícitos dentro de la prisión.
Perdomo no especificó, no obstante, si ya fue hecho el decomiso de los aparatos ni las acciones que serán ejecutadas contra los reclusos a los que les encuentren celulares.
El domingo anterior circularon en redes sociales algunas imágenes de los perfiles de Facebook de pandilleros en las cárceles que ese día estaban conectados, chateando y que habían hecho actualizaciones recientemente en sus cuentas.
Tras la difusión de las fotografías, el fiscal general de la República, Luis Martínez, aseguró en su cuenta de Twitter que había alertado sobre los hechos al ministro Perdomo y que este le había dicho que procedería al respecto.
“Tenemos una comunicación fluida con la Fiscalía. Con la información que nos dio el fiscal procedimos inmediatamente a individualizar a estas personas (a los reos)”, expresó Perdomo.
Reos intentaron dañar bloqueadores
En su intento por no dejar de tener acceso a los aparatos tecnológicos, prohibidos para la población reclusa, algunos presos que cumplen condenas en la cárcel de Ciudad Barrios, en San Miguel, intentaron recientemente dañar unos tableros electrónicos con la intención de provocar un cortocircuito para que se arruinaran los bloqueadores de señales de teléfonos celulares, según el titular de Justicia y Seguridad Pública.
El ministro manifestó que los custodios de dicho presidio se percataron de lo que querían hacer los reos y les frustraron el plan.
Entre los prisioneros hay inconformidad por el bloqueo de señal telefónica, a decir del funcionario, porque les impiden cometer sus fechorías desde la cárcel.
En reiteradas ocasiones, las autoridades han informado que es mediante los móviles que los reclusos ordenan extorsiones, asesinatos y secuestros, no solo en el país, sino también en el extranjero.
Firma de convenio con telefónicas
Las autoridades informaron que en los próximos días podrían firmar una carta de compromiso con las compañías de telecomunicación para que estas se encarguen de reducir las señales de teléfono en los alrededores de los centros de reclusión.
Una de las complicaciones de esta medida, no obstante, es la ubicación de los presidios, pues están cercanos a zonas urbanas donde muchos usuarios de telefonía celular podrían verse afectados.