Ley Lepina frena a padres y profesores en la educación de niños y adolescentes

Pandillas se aprovechan de la aplicación de la Lepina, denuncian los maestros en Simeduco.

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La Lepina no ha dado los resultados esperados, según el representante de Simeduco.

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2013-11-28 8:00:00

Contrario a lo que se pensaba con la aplicación de la Ley de Protección a la Niñez y Adolescencia (Lepina), la normativa en la práctica ha atado de pies y manos a padres de familia y profesores en su intento por educar adecuadamente a niños y adolescentes del país, denunció el secretario general de Simeduco, Francisco Zelada.

Aunque algunos maestros abusaban del derecho de corrección en el pasado, esas generaciones ahora son ejemplo de trabajo, responsabilidad y honestidad.

Muy raramente, los niños de esa época ahora están involucrados en las pandillas o el accionar delincuencial del país, sostuvieron.

“Niños de 12 y 13 años insultan a sus padres, portan armas y ponen de rodillas a sus padres, jóvenes desde muy temprana edad. La familia está en grave crisis. La escuela y la comunidad está en crisis, el Estado mismo está en desgracia”, manifestó el secretario general de Simeduco.

El educador afirmó que la Lepina impide el registro a los niños menores de 12 años.

“Cómo es posible que un estudiante de Tercer Grado amenace a otro compañero y le impida el derecho a educarse. Vivimos esa experiencia todos los días. Un estudiante le dice a otro, no te presentes mañana porque sino te vamos a golpear”, detalló el maestro.

Las amenazas de estudiantes hijos de pandilleros contribuyen a que el sistema educativo del país presente un 10 por ciento de deserción escolar, asegura Simeduco.

Zelada manifestó que las pandillas están interfiriendo en la educación del país; “debido a las amenazas, grupos de muchachos no pueden asistir a una escuela porque de donde proceden está bajo el dominio de la pandilla rival.

La pelea por territorios de las pandillas también ha dividido los centros educativos. Los jóvenes que proceden de zonas de mara contraria no puede asistir a una escuela asediada por la pandilla rival.

La situación se complica cuando los centro educativos están en sitios donde ni siquiera la Policía puede ingresar.

“Hay centros escolares sin ningún tipo de grafitis de pandillas, porque han acordado no manchar la escuela para no alertar de la situación de dominio en que la tienen”, explicó Zelada.

En Soyapango, al contrario, se encuentran grandes insultos contra los profesores. Eso no pasaba hace 30 o 40 años, lo que está minando la calidad educativa, pues los maestros amenazados por temor dan clases por días y no completan la jornada para escapar de sus atacantes, sostiene Simeduco.

Ordenan a maestros dejar escuela

Un profesor de Ahuachapán relató que un día por la noche sujetos de pandillas lo llamaron a su celular y le ordenaron que dejara la escuela, porque sino lo matarían.

“Encontré unos escritos en la calle de la comunidad donde daba clases, en los que me decían: si vuelves a trabajar te vamos a matar”, relató el maestro.

La víctima denunció el hecho ante la Policía de Ahuachapán y siguió yendo a dar clase. Ocho días después le enviaron otra nota donde le reiteraban su muerte.

Con esta advertencia, el maestro con 13 años de servicio y padre de dos pequeños niños, no tuvo opción que abandonar el centro educativo. Con ayuda de sus colegas logró ubicarse en otra escuela, pero como no figuraba su asistencia en la escuela, fue despedido.