Envenenan el agua del Goascorán para pescar

Residentes en riberas del afluente aseguran que han perdido ganado que bebe en afluente

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Los residentes en las comunidades Candelaria de La Rompisión y Barrancones denuncian contaminación. Foto edh / insy Mendoza

Por Insy Mendoza Carlos Segovia comunidades@eldiariodehoy.com

2013-11-18 8:00:00

LA UNIÓN. Las muertes de reses en las comunidades Candelaria de la Rompisión y Barrancones, en cantón Piedras Blancas de Pasaquina, se han vuelto comunes.

Ambas están situadas en las riberas del río Goascorán, y según sus residentes, la causa es que el agua del afluente que es donde abrevan el ganado, es contaminado con veneno.

La razón de la contaminación que denuncian públicamente los residentes, aunque no lo han hecho en las instancias correspondientes, es que mensualmente un promedio de 20 a 30 personas llegan desde otras zonas del departamento de La Unión a pescar y lo hacen usando veneno, que es lo que contamina el agua y mata sus reses.

La práctica no es nueva, según los afectados, quienes aseguraron que las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Policía ambiental, además de la alcaldía, tienen conocimiento del problema. Reiteran que no han denunciado formalmente el problema, pero que si lo han comunicado.

En la zona hay guardarecursos que protegen los manglares y ellos confirman la problemática que, según sus palabras, es difícil de resolver porque los responsables llegan en horas de la noche y ante la falta de recursos, nada pueden hacer.

Confirman que el veneno que lanzan al afluente es el mismo que usan en los hatos ganaderos para eliminar las garraptas de las vacas.

Alexander Cabrera es uno de los dirigentes de la comunidad y aseguró que “los ganaderos han tenido pérdidas porque las vacas y crías se mueren, es por el mismo veneno. Creemos que también es por el veneno que toman en el agua del río”.

Sostuvo que están indignados al ver la lentitud de las autoridades del Ministerio del Medio Ambiente y de la Policía para prestar atención al daño ambiental.

“Ellos no ignoran este problema, se lo han hecho saber los guardarecursos que están en la zona y hasta el momento no se ha recibido ninguna visita o inspección al lugar, o que busquen la forma de como contrarrestar esto”, dijo.

Cabrera aseguró que las consecuencias del uso del veneno se reflejan en la pesca porque ya lo están viviendo.

Dijo que tienen dos años que en la zona del río y la bocana no pescan camarones ni jaibas. El dirigente de la comunidad sostuvo que es un milagro si un pescador logra sacar camarones o jaibas.

Sobre eso Julio Martínez, del Sistema Básico de Salud Integral de La Unión, dijo que desconoce del tema, pero que pedirá a los promotores de salud de la zona que investiguen.

Agregó que, en caso de ser cierto, sería nocivo para la salud de las personas que consuman peces envenenados.

Mientras que el alcalde de Pasaquina, Nelson Urías, opinó que ese problema siempre se ha dado y que es difícil controlarlo.

“Realmente hemos tenido bastante quejas, pero eso se da más de noche, y es algo que afecta al municipio en la pesca”, explicó.

Informó que hasta esta semana no tienen ninguna denuncia formal en la alcaldía y que tampoco ha informado de la situación al MARN.

Las autoridades del MARN, a través de la unidad de comunicaciones, respondieron que el jefe de la Unidad de Humedales Enrique Barraza, dijo no tener conocimiento de ese tipo de casos.

“El veneno que se utilice podría causar un impacto medio en la zona baja por las corrientes y dilución. Aunque esto no quiere decir que cause mortandad elevada de fauna acuática”, dijo. La Policía de Medio Ambiente tampoco tiene denuncias.