Mayoría de asesinatos de niños todavía no han sido resueltos por autoridades

Solo en el caso de la muerte de una niña de ocho años registrada en Atiquizaya se ha logrado capturar a un sospechoso.

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La muerte de una niña de 4 años en Jucuapa, Usulután, despertó el repudio generalizado.

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2013-11-03 8:00:00

La mayoría de los asesinatos de niños registrados este año permanecen aún en la impunidad. Hasta el momento las investigaciones que llevan las autoridades fiscales y policiales no han arrojado los resultados esperados para poder llegar hasta los responsables y ponerlos a las órdenes de los tribunales de justicia para que reciban su castigo por las muertes de esos pequeños inocentes.

En el único caso en el que se ha logrado arrestar a por lo menos a un acusado, es con respecto a la muerte de la niña Lorena Michelle Rodríguez, de ocho años.

La Policía capturó 10 días después del asesinato a Alejandro Menéndez Ruano, un supuesto pandillero de la 18 años, a quien le atribuyen haber disparado contra un grupo de mareros de la pandilla rival y en el que murió la pequeña Lorena Michelle.

Esto ocurrió el 18 de septiembre pasado en la 3a. Calle Oriente del barrio El Ángel, en Atiquizaya, Ahuachapán.

Un grupo de niños jugaban afuera de sus casas cuando de repente aparecieron varios pandilleros en un vehículo y dispararon contra sus contrarios.

Algunas de los balazos le cayeron a la niña Lorena Michelle, quien murió de inmediato. Otro niño de 11 años resultó herido.

Después de haber presentado la acusación por parte de la Fiscalía, el Juzgado Primero de Paz de Atiquizaya ordenó que Menéndez Ruano tenía que seguir siendo procesado judicialmente, pero en prisión.

Otros casos como por ejemplo la muerte de la niña Emely Alexandra Reyes Lemus, de cuatro años, todavía no hay sospechosos detenidos.

La niña fue asesinada el 3 de julio pasado en un aparente ataque de pandilleros de la mara Salvatrucha a rivales de la 18 en la colonia El Prado, en Jucuapa, Usulután.

La niña jugaba con otros menores que eran sus familiares en las afueras de su casa y de repente se registró el tiroteo.

Sin embargo, días después, el informe forense del Instituto de Medicina Legal reveló que la niña había recibido el “tiro de gracia”, lo que despertó el repudio de distintos sectores salvadoreños.

En su oportunidad, las autoridades policiales dijeron que la menor era hija de un supuesto pandillero de la 18 que se había ido para Estados Unidos y que la muerte de la menor podría ser en represalia.

Hasta la fecha, las investigaciones del caso aún no arrojan capturas de sospechosos.

También la muerte de la niña Alison Adriana, quien apenas había vivido dos años, todavía sigue sin ser resuelto.

La menor era cargada por su padre cuando de repente se registró un intercambio de disparos entre pandilleros, y algunos de esos balazos le cayeron a la pequeña Alison Adriana.

El hecho se produjo la noche del 5 de octubre pasado en los momentos en los que caminaban por la urbanización El Escorial, calle al cantón El Zapote, en Mejicanos.

Sus padres la llevaron al hospital Zacamil, pero los esfuerzos de los médicos fueron en vano porque las graves heridas que tenía la menor acabaron con su vida.

Ningún pandillero ha sido detenido ni mucho menos acusado ante los tribunales por la muerte de la niña.

La violación y asesinato de una niña de 11 años, quien salió de su casa a comprar pupusas en el barrio San Nicolás, en Cojutepeque, Cuscatlán; también está pendiente de ser resuelto. Pese a que las autoridades policiales tenían algunos indicios del supuesto o presuntos responsables, hasta ahora no hay ningún detenido. El hecho conmocionó no solo a los residentes de Cojutepeque, sino que a todo el país.

Otra muerte que sigue impune es la de un niño de 11 años, quien se supone se disparó de forma accidental en su casa situada en San Pablo Tacachico, La Libertad.