MS: “No tenemos tregua con el enemigo, asesinatos deben ser coordinados”

Un informe del Centro Antipandillas Transnacional revela que la MS sigue con su operatividad y organización

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Las autoridades policiales han reconocido que la mayoría de asesinatos sigue teniendo su origen en ajusticiamientos o rivalidades entre maras.

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2013-11-23 7:00:00

La mara Salvatrucha ha mantenido intacto su nivel de organización y operatividad, desde que inició la tregua en marzo de 2012. Sus cabecillas aseguran que no existe una tregua con el enemigo y que todo asesinato o cualquier acción delictiva debe ser coordinada y autorizada por ellos.

Así lo revela un informe de inteligencia del Centro Antipandillas Transnacional (CAT) de la Policía Nacional Civil, en poder de El Diario de Hoy.

Tales lineamientos son parte de casi una treintena de órdenes que han girado los cabecillas de la mara Salvatrucha, en las cárceles, a sus compinches en calles, barrios y colonias. Con esos lineamientos pretenden garantizar beneficios para su estructura delincuencial, pero no para sus rivales ni mucho menos para la población honrada.

El informe, emitido en septiembre pasado, se basa en cartas decomisadas en los centros penales, en intervenciones de conversaciones entre reos y pandilleros en libertad y en otras tácticas de investigación.

El análisis del CAT establece que “dichas reglas tienen como fin principal mantener el control de sus miembros y hacer sostenible el proceso de pacificación (interno de la MS)”.

Los cabecillas de la Salvatrucha dejan claro en las referidas órdenes que no existe una tregua contra los mareros de la 18; la MS sigue asesinando a rivales, según el documento. “Que quede claro que no tenemos tregua con el enemigo, solo hemos tomado medidas como barrio para el beneficio nuestro, de nuestras familias”, afirma la orden número 26 del informe elaborado por la inteligencia estatal.

De acuerdo con las investigación del CAT, los asesinatos son autorizados por los cabecillas y deben ser perfectos para que no afecten a su estructura criminal.

“Toda pegada o acción delictiva debe ser coordinada y autorizada por el barrio, para no caer en errores que nos afecten o pongan en peligro el proceso (tregua) que como barrio llevamos, así está estipulado, así se hará sin excepciones de ninguna clase o tipo”, dice otro de los lineamientos.

Las autoridades de Justicia y Seguridad Pública y de la Policía Nacional Civil (PNC) han seguido informando en los últimos meses sobre asesinatos relacionados a rivalidades entre la 18 y la Salvatrucha.

La semana pasada, el director de la PNC, Rigoberto Pleités, detalló que el repunte de homicidios cometidos en los últimos meses se debe a la ruptura de la tregua. “Estos son los problemas que estamos teniendo ya con las pandillas, sobre todo aquellas que ya están saliendo del proceso de tregua”, dijo.

También el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Perdomo, expresó que la mayoría de homicidios está siendo cometida por pandilleros.

Buscan proteger a sus familias

La mara Salvatrucha ha tratado de proteger a los integrantes de las familias de sus pandilleros. Así consta en otro literal del informe: “Nadie tiene autorización de matar, extorsionar, robar, amenazar, violar y faltar el respeto a la familia de los homeboys”.

Advierten que “si un familiar de un pandillero se ve involucrado en algo que afecte el barrio, se le notificará al marero; y si él no hace nada se hablará con corrector de su clica o programa; y si el marero no hace nada, entonces el barrio tomará las medidas adecuadas apegadas al barrio de la mara Salvatrucha”.

Como parte de la organización de su estructura, los cabecillas de la MS además potencian a todos los mareros que se inician en la pandilla, y por ello han establecido que solo pueden “dar chequeo” (ascender) a todo marero “que ha matado chavalas (menores), bandosas (integrantes de bandas) y gentes que sean en realidad enemigos comprobados del barrio”.

El informe también establece que las entrevistas que dé la MS a los medios de comunicación serán planeadas y autorizadas por los cabecillas, ya que ellos “analizarán las preguntas y los temas para el bien del barrio en general”.

Siguen organizados y disciplinados

Según el análisis del CAT, la pandilla sigue organizada y expandida en todo el país. Sus reglas para los pandilleros que andan en la calle siguen intactas.

Una parte del documento detalla que los miembros de la Salvatrucha están distribuidos en cuatro zonas: occidente, central, paracentral y oriente.

“Es obligación de cada clica o programa respetar su ubicación geográfica y correr en una sola línea de la mara Salvatrucha, así está establecido”, confirma el documento.

Todavía más: se han blindado de los esfuerzos que han hecho las autoridades tratando de interceptarles las comunicaciones desde las cárceles hacia afuera.

Por lo anterior, acordaron que “está prohibido contar cortes (asesinatos) y procedimientos vía telefónica, por seguridad del barrio en general; quien lo haga será corregido”.

Los criminales tienen un propio equipo de investigación: en una de las órdenes establecen que han girado instrucciones para que todo asesinato que no haya sido cometido con la autorización de sus cabecillas o cualquier otro delito que les afecte sea investigado.

Por otra parte, han ordenado que “todo marero que se vea involucrado en una violación y se le compruebe que es culpable, pagará con su vida sin excepción”.

“Todo marero de nuevo ingreso, la ranfla hablará con él para explicarle cómo están la cosas y no se salga de la línea y todo pandillero que le falte el respeto a un pandillero, y todo marero que le falte el respeto a un compinche por no someterse a lo establecido por el barrio, será corregido”, afirman las cartas decomisadas.

El análisis de las autoridades de Seguridad Pública concluye que los cabecillas siguen buscando a toda costa no perder el control sobre sus subalternos desde las cárceles.

Afirmaciones como “es obligación de la ranfla (representantes de mareros de varios lugares) mantener lo logrado y por lograr, para el bienestar de la MS en general” y “en todo correctivo a un marero debe de estar presente la ranfla y que se establezca si es correctivo del barrio o de una clica. Solo el corredor o del programa (cabecilla) está autorizado a parar un corte (asesinato)”, muestran que no respetar el poder en las cárceles puede devenir en ajusticiamientos para pandilleros desobedientes en las calles.

Además, tienen prohibido hablar o especular en contra de los otros mareros sin tener pruebas de la acusación. El que lo haga será sancionado según “la chaqueta” (chambre).

La mara Salvatrucha cuida, inclusive, su jerga: “No deben de tratarse entre los mareros con palabras que también usa el enemigo como: viejita, floja, pedorra, vieja guanga y anciana”.

Además, en las cartas advierten: “Los mareros tienen prohibido robar (a su misma clica), y el marero que sea sorprendido se pondrá como ejemplo y ni su clica o programa podrá abogar por él”.