Entre nubes y montañas, un viaje por el altiplano guatemalteco

Más de 40 montañistas de Guatemala y El Salvador, unieron esfuerzos para desarrollar la travesía en la cordillera de los Cuchumatanes.

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Entre nubes y montañas, un viaje por el altiplano guatemalteco

Por Foto y texto: Douglas Urquilla comunidades@eldiariodehoy.com

2013-11-15 8:00:00

Un lugar para explorar y vivir una nueva experiencia en la cordillera de mayor elevación en la región centroamericana, en la que las bajas temperaturas, bosques, lluvias de granizo y lagunas lo hacen un sitio mágico para disfrutar en familia o en grupos de caminantes: eso se encuentra en Guatemala.

La reserva forestal del pueblo de Todos Santos Cuchumatán se encuentra ubicada a más de 270 kilómetros de la capital, en Huehuetenango.

A pesar de las siete horas de viaje, el cansancio es recompensado en un solo instante. El visitante se recarga de energía al llegar a la aldea Chiabal, desde donde se puede divisar la sierra, sentir el clima frío, ver los aldeanos de la etnia “mam”, descendientes de los mayas, con sus típicas vestimentas, y pastores de rebaños de cabros y ovejas.

Montañistas extremos de todas partes del mundo llegan a desafiar las alturas a través de senderos rústicos en el extenso relieve montañoso para vivir la experiencia de caminar por suelo rocoso y campos boscosos formados por el paso del tiempo.

Más de 40 montañistas de los grupos “Pata de Chucho”, de Guatemala; y Promoatur, de El Salvador, unieron esfuerzos para desarrollar la travesía en la cordillera de los Cuchumatanes.

Con una plegaria al Señor por el cuido de los montañistas e indicaciones de organizadores, partieron con vestimentas y mochilas para las alturas de la aldea Chiabal, que está ubicada a una elevación de 3,641 msnm.

Unos instantes para descansar y hacer fotos, así como apreciar árboles antiguos y piedras gigantes, de más de cinco metros de altura, permitían hacer la ruta más alentadora.

Poco después, la lluvia y lo helado del clima empezó a calar. El paisaje cambió de tono y lo que sorprendió hasta a los mismos chapines fue la lluvia de granizo que duró más de una hora.

Durante el recorrido todo era sorprendente, el punto de llegada para acampar estaba próximo, todos buscaron un lugar ideal para desplegar sus tiendas de campaña para pernoctar, a la orilla de la laguna de Ordóñez, un ojo de agua que se mantiene durante casi todo el año y depende de la intensidad de las lluvias, es un paraje que se encuentra a casi 3,800 msnm.

El altiplano de Todos Santos Cuchumatán es un lugar lleno de historias y costumbres de herencias religiosas en la que conviven y respetan el entorno de la naturaleza, y donde propios y extraños se van fascinados con la idea de volver y descubrir algo nuevo.