Un taxista fue asesinado ayer por la mañana entre la 15a. y 17a. Avenida Sur del barrio Santa Anita, en San Salvador.
José Jhony Santos Ortiz, de 26 años, recibió una serie de balazos en los momentos en los que se disponía a subirse al taxi en el que se ganaba la vida para sostener a sus dos hijos menores, quienes ahora quedan en la orfandad.
El cuerpo del joven quedó tendido en el pavimento a un costado del taxi placas A62-757, en el cual la víctima trabajaba para sostener a su familia.
Sobre el móvil del hecho, las autoridades policiales no dieron mayores explicaciones de lo ocurrido pero preliminarmente se maneja que se trató de un robo.
Sin embargo, el padre de la víctima confirmó que su hijo ya había sido amenazado por pandilleros, sin especificar los motivos. Otras fuentes policiales dijeron que el crimen pudo derivarse también del hecho de que la víctima no se dejaba extorsionar por las pandillas.
Testigos relataron que dentro del taxi se transportaban dos hombres como pasajeros, quienes fueron los que atacaron a Santos Ortiz.
Las autoridades policiales sospechan de que el taxista tuvo la intención de escapar de los criminales, quienes le hicieron varios disparos.
Asesinan dos mujeres en Sonsonate
En otros hechos, la Policía registró que dos mujeres fueron asesinadas en distintos sitios de Sonsonate. En uno de los ataques murió la menor Yeimy R., de 16 años, en los momentos en los que encontraba dentro de un restaurante situado entre la calle Obispo Marroquín y Segunda Calle Oriente de la referida ciudad.
El segundo asesinato se registró la noche del jueves dentro de una cervecería situada en la avenida Flavian Mucci.
La víctima, quien no pudo ser identificada por no tener documentos personales, trabajaba en el negocio y de repente un individuo entró a la cervecería y de inmediato le disparó a la mujer.
En la colonia Monte Verde en San Alejo, La Unión, asesinaron a balazos a Héctor Osvaldo Osorio, por razones desconocidas.
Matan a supuesto pandillero
Otro homicidio se registró en las afueras de San Juan Opico, La Libertad.
A David Ernesto Monterrosa, de 22 años, lo acribillaron a balazos la madrugada de ayer en el cantón Minas de Plomo, que se encuentra en la carretera de San Juan Opico a Ciudad Arce.
La Policía informó que Monterrosa pertenecía a la mara Salvatrucha (MS) que operaba en la zona, por lo que presumen que se trató de rencillas entre pandillas.
A la víctima le asestaron entre 15 a 20 disparos en la cabeza, según la Policía. Se presume que el hecho fue cometido por pandilleros rivales.
Las estadísticas de la Policía detallan que 142 personas han sido asesinadas en catorce días de noviembre, lo que refleja un incremento de 68 homicidios con respecto al mismo período del año pasado.
Además, los registros de la Policía detallan que desde los inicios de noviembre se ha tenido un repunte de los homicidios. El primer día de noviembre se registraron 12 asesinatos; mientras que al día siguiente se contabilizaron 11. El día cuatro de noviembre, los asesinatos se dispararon. Solo para esa fecha se registraron 19 personas asesinadas, la mayoría en municipios del área metropolitana de San Salvador.
Cinco días después (9 de noviembre) también se volvió violento. Durante las 24 horas de ese día, las autoridades policiales contabilizaron 15 asesinatos, constituyéndose por el momento en el segundo día más violento de noviembre.
Además los días 6,8,12 y 13 también estuvieron violentos porque los homicidios oscilaron entre 11 y 12 por día.
Desde el uno de enero al 14 de noviembre se han registrado 2,168 homicidios, lo que refleja una disminución de 152 muertes violentas con respecto al mismo período del año pasado.
Las autoridades policiales se encuentran en alerta debido a que informes de Inteligencia Policial dan cuenta que las pandillas pretenden aumentar los asesinatos en un intento por presionar al gobierno a continuar con el apoyo a la tregua entre esos grupos.
También, la Policía ha informado que la mayoría de los asesinatos están ligados a las pandillas, ya sea por rencillas entre esos grupos contrarios, purgas internas entre las maras y a las personas que no pagan las extorsiones exigidas.