El testigo criteriado (con beneficios penales, por colaborar) identificado como Prometeo involucró ayer a los siete militares que son juzgados por comercio ilegal de granadas robadas de un lote de la Fuerza Armada.
Hugo Ventura, uno de los fiscales, explicó que Prometeo ratificó la versión de la Fiscalía de que los acusados formaban una organización delictiva dedicada a la sustracción de armamento bélico para venderlo al crimen organizado y a las pandillas.
“Se las entregaban a (Gilberto) Espinoza Hércules y él era el enlace para trasladarlas a otro país”, dijo Ventura.
Agregó que “había una persona encargada de sacar ese explosivo, y esa persona encargada era Víctor Manuel Peña, quien era el supervisor de la destrucción de ese material de guerra. Ellos lo clasificaban y ya sabían qué material iban a sustraer para venderlo. Algunas granadas incautadas a pandilleros pertenecen a los lotes que se extraviaron”.
Ventura sostuvo que un hermano del sargento Espinoza Hércules desertó del Ejército, luego de haber sido involucrado con el extravío de un lote de armas.
Por la tarde, el ministro de Defensa, David Munguía Payés se declaró ofendido en el referido tribunal por el robo del lote de explosivos, que debieron haber sido destruidos.