La lista de medicamentos que pueden faltar en los hospitales públicos y en las unidades de salud, así como la lista de insumos y medicamentos “vencidos o por vencer” son información reservada. Así lo estableció el Ministerio de Salud el 20 de junio pasado, según un documento firmado por la ministra María Isabel Rodríguez y que está disponible en el apartado de “Gobierno Transparente” en la página web de dicha cartera.
Según la Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP), la información reservada es la información pública “cuyo acceso se restringe de manera expresa” de conformidad con la ley y “en razón de un interés general durante un período determinado y por causas justificadas”.
Cuando un ente gubernamental declara una información como reservada, debe indicar el motivo para ello y el funcionario responsable de dicha información.
Al declarar la lista de medicamento que faltan como “reservada”, el Minsal alude al literal “d” del artículo 19 de la LAIP, el cual establece como información reservada: “La que ponga en peligro evidente la vida, la seguridad o la salud de cualquier persona”.
En el documento, bajo la columna “Tipo de información (reservada) y su descripción” se lee: “Listado de medicamentos que no se encuentran en existencia, detallando denominación individualizada de cada uno de ellos”.
En las siguientes líneas se afirma que dichos informes pueden ser modificados diariamente y, si se hacen públicos, “los usuarios pudieran no asistir a sus citas, controles o entrega de medicamentos”. Se agrega que, además, “muchos medicamentos pueden ser sustituidos por otro de iguales características”.
Al explicar porqué la lista de insumos y medicinas vencidas o por vencer ha sido catalogada como información reservada, Salud alude al literal “e” del artículo 19 de la LAIP: “La que contenga opiniones o recomendaciones que formen parte del proceso deliberativo de los servidores públicos, en tanto no sea adoptada la decisión definitiva”.
Bajo la misma categoría ha sido ubicadas la “notas, oficios y memorándum del Despacho Ministerial que contengan requerimientos presupuestarios”.
Restricción arbitraria.
El Índice de Información Reservada del Minsal ha sido revisado por el Centro de Asistencia Legal y Anti Corrupción (ALAC-FUNDE), Capítulo Nacional de Transparencia Internacional.
El coordinador de ALAC, Roberto Burgos Viale, considera: “El ministerio de Salud, así como otras dependencias estatales, está cayendo en la tentación de hacer un abuso de la potestad que la misma ley le reconoce de declarar información reservada”.
Además el Índice no detalla quién es el funcionario responsable de la información reservada, “a menos que deba entenderse que en todos lo es la titular”, agrega.
El hecho de que la lista de medicamentos que faltan en los hospitales estén en dicho índice también llama la atención de Burgos Viale: “Quiere decir que hasta el 2015 no vamos a tener acceso a aquellos listados de medicamentos sobre los cuales hay un desabastecimiento en esta cartera”.
El argumento de que revelar dicha información provocaría que los usuarios no acudan a “sus citas, controles o entrega de medicinas es calificado por Burgos Viales como una “excusa”.
En la justificación se agrega que “muchos medicamentos pueden ser sustituidos por otros de iguales características”. Ante lo anterior, Burgos Viale afirma: “¡Pero es que el ministerio de Salud no es el que representa los intereses de los farmacéuticos, representa los intereses de la colectividad! La Constitución establece que la Salud va a considerarse un bien público de interés nacional. Es decir, no puede decir el Ministerio de Salud: protegiendo los interese de aquellos que tienen las patentes de los medicamentos voy a reservar información. Esto es una distorsión completa no solo de las atribuciones de un ministerio de Salud sino que también de las obligaciones que la ley de Acceso a la Información Pública contempla”.
Agregó que ni la reserva de la lista de medicamentos que faltan ni la reserva la lista de insumos y medicinas por vender “están correctamente justificadas”.
Sobre la inclusión en el Índice de “las notas, oficios, memorándum del Despacho Ministerial que contengan requerimientos presupuestarios”, el coordinador de ALAC afirma: “Siendo esos requerimientos presupuestarios de fondos públicos o de la cooperación internacional, con mayor razón se justifica la contraloría social sobre los mismos”.
Sobre las reservas de información, el presidente del Colegio Médico, Milton Brizuela, aseveró: “Se evidencia que la transparencia, por lo menos en el Ministerio de Salud, deja mucho que desear”.
Recordó que el Colegio Médico ha solicitado al Minsal información sobre cómo se ha ejecutado el presupuesto. “Si ellos se la llevan de transparentes, ¿cuál es la necesidad de ocultar cuáles medicamentos falta?”, se pregunta.
“Nos parece ridículo que oculten ese tipo de información”, concluyó.
El 20 de agosto, este periódico envió una carta a la ministra solicitándole una entrevista “para conocer paso a paso el proceso de compra y gestión de medicamentos”. Aún no se ha recibido respuesta.