Agente denunció a jefe de Inspectoría por maltrato de género

La denuncia de la agente ofendida fue hecha en julio de este año, pero el caso fue archivado en la IG central.

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Los costarricenses se oponen al plan fiscal del Gobierno de Chinchilla. Foto EDH / reuters

Por Lucinda Quintanilla comunidades@eldiariodehoy.com

2013-10-20 8:00:00

SAN MIGUEL. “¿Quién sos?, y qué te crees ignorante, no sabes con quién estas hablando abusiva mediocre, esto es un parqueo no una calle abierta para que me hagas esa clase de sugerencias. Mujer tenías que ser y me imagino que de Tránsito”, fueron parte de las palabras que supuestamente usó Dorian Eugenio Langlois, jefe de la Inspectoría General de la Policía (IGP) de San Miguel, hacia la agente Julissa Solórzano Martínez, según consta en la denuncia interpuesta por la por la oficial de policía.

La acusación la interpuso el 5 de julio del presente año, e indica que la mujer que salía de la delegación policial migueleña, casi es atropellada, pues el vehículo de Langlois ingresó sin precaución a la sede policial donde comúnmente ingresan y salen personas, tanto en vehículos como a pie, mientras él hablaba por teléfono.

La agente al verse afectada se acercó al vehículo del hombre y le sugirió mayor precaución y que no manejara hablando por teléfono.

Sin embargo, en la denuncia indica que Langlois se bajó del vehículo y dirigiéndose a ella le gritó, agredió verbalmente y la denigró en su calidad de mujer.

La denuncia fue del conocimiento de las jefaturas de la Policía en San Miguel, y a nivel central; además, en el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu).

Precisamente en esta última instancia asesoraron a Solórzano y enviaron la denuncia para que fuera procesada en la fiscalía migueleña.

Antonia Hernández, de Isdemu, explicó que “la agente fue contactada y la denuncia ya fue pasada a la Fiscalía para que le den trámite”, sostuvo la mujer.

Según Germán Arriaza, jefe regional de la Fiscalía, el caso ya es investigado para ver si amerita alguna sanción.

“Este tipo de casos llegan a la unidad de la mujer y son investigados bajo la nueva “Ley especial integral para una vida libre de violencia para las mujeres”, y aunque no es carcelable se sanciona económicamente”, indicó el jefe fiscal.

Por su parte, Langlois justificó lo ocurrido y dio la versión de lo que supuestamente sucedió con la agente.

“Sí, iba hablando por teléfono porque iba a un juicio disciplinario a esa delegación y la agente, que andaba de civil, comenzó a gritarme sin razón aparente”, sostuvo Langlois.

Agregó que al ver la actitud de la mujer se acercó y la agente comenzó a gritarle y él le dijo que esa no era la forma de dar sugerencias, y luego no lo dejó hablar, por lo que supuestamente optó por marcharse.

“Hasta de maricón me trató y yo no le dije nada porque no estoy acostumbrado a pelear, yo hablo, no peleo con la gente”, sostuvo Langlois.

Lo único que supuestamente hizo fue preguntar como se llamaba la mujer con la que acaba de encontrarse, y cuando le dijeron el nombre recordó que ella era una de las más denunciadas por maltrato y que era parte de la unidad de Tránsito que estaba siendo investigada.

“Al llegar a donde estaba el jefe regional (Fritz Dennery Martínez) le dije en broma que él era el responsable de que en la entrada lo maltrataran, porque la mujer que lo insultó es una de las agentes que eran de las más denunciadas y de la que habían supuestamente acordado que sería llevada a un tratamiento sicológico por los constantes arranques de enojo”, indicó Langlois.

Eso como parte de las sugerencias hechas al jefe de la delegación. Otro de los compromisos en torno a la agente era que sería removida de la unidad de Tránsito.

Según Dennery, el caso de la agente fue archivado y, precisamente, en septiembre de 2012 fue removida de la unidad por cuestiones operativas; en enero de 2013 fue llamada de nuevo a la unidad.

Rigoberto Pleités, director de la PNC, dijo en torno al caso, que lamentaba lo ocurrido y aunque no lo conocía, aseguró que se daría el trato correcto y explicó que estas cosas no deberían pasar.