Temen alza de ataques contra transportistas

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Usuarios de la ruta 30, que hace su recorrido entre la capital y Mejicanos, se vieron en apuros para llegar a sus destinos ante el paro de labores que ayer hicieron empleados por amenazas de maras. Foto EDH / Claudia Castillo

Por Diana Escalante sucesos@eldiariodehoy.com

2013-10-14 7:50:00

Tres ataques armados registrados en los últimos tres días en Ahuachapán y La Libertad contra igual número de empleados del transporte colectivo han enviado una mala señal a algunos empresarios, quienes temen un repunte de agresiones en perjuicio de trabajadores o dueños de unidades de transporte por el pago de la extorsión al que los obligan las pandillas.

El ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Perdomo, dijo ayer que aún se desconocen las razones por las que un chofer y un cobrador de diferentes rutas fueron asesinados, y un empleado más fue herido. No obstante, algunos empresarios sospechan que los ataques están relacionados con el trabajo que desempeñaban las víctimas.

Una de las víctimas fue identificada como Daniel Ángel Guillén Lemus, de 23 años, quien fue ultimado dentro de un microbús de la ruta 26, que hace su recorrido entre el municipio de Zaragoza y San Salvador.

Guillén Lemus era cobrador de la referida ruta —propiedad del empresario Catalino Miranda—, pero al momento del hecho la víctima estaba de descanso e iba como pasajero.

Miranda manifestó ayer a El Diario de Hoy que no conoce los motivos por los que mataron a su empleado, pero aclaró que lo conoció como una persona trabajadora, quien no tenía problemas delictivos ni vínculos con las maras.

“En los últimos cuatro años (el gremio de transportistas) hemos estado reclamando seguridad(…) Desconocemos por qué se están dando estos nuevos ataques, pero creemos que sería una nueva forma de sembrar terror”, sostuvo el empresario.

Miranda no descartó que las pandillas quieran intensificar las acciones delictivas contra el gremio ante la llegada de Navidad y año nuevo, temporada en la que los delincuentes les exigen más dinero en concepto de “aguinaldo” a cambio de no atentar contra ellos o sus familias.

“Por lo que soplan los vientos, ya se acerca el cobro del aguinaldo y podría ser como una manera de amedrentar al sector”, sostuvo Miranda.

Más exigencias de dinero

En los últimos días, empleados de buses y microbuses de diferentes rutas han dejado de brindar, parcial o totalmente, el servicio de transporte a la población, ante la amenaza de muerte que les habrían hecho pandilleros.

La semana pasada, rutas que hacen sus recorridos entre la capital y colonias de Apopa denunciaron que los mareros les impedían salir a trabajar.

Ayer unas 40 unidades de buses de la ruta 30, que circula entre Mejicanos y la capital, no fueron sacadas del predio donde las guardan, porque, según algunos empleados, los delincuentes amenazaron con matarlos ante la negativa de los empresarios de dar más dinero.

Al respecto, un empresario que por su seguridad pidió no ser identificado, señaló que en lo que va del año se han visto obligados a entregar extorsión hasta a cuatro clicas diferentes de una misma mara. Según él, los empresarios están pagando los platos rotos de las luchas de poder dentro de esos grupos delictivos.

“Antes los pandilleros que están en la calle acataban las órdenes de los que están presos, pero hoy ya no es así. Los de afuera se han rebelado y nosotros debemos pagarles a unos y otros. Estamos ante una espada de doble filo”, señaló el empresario.

El ministro Perdomo sostuvo que el trabajo de las instituciones que deben velar por la seguridad no puede ser efectivo si los empresarios no denuncian o facilitan información sobre los extorsionistas.

En contraste, los empresarios aseguran que no confían en las autoridades, sobre todo cuando perciben que desde el gobierno, según ellos, se privilegia a los delincuentes.