El gremio de transporte público volvió a ser blanco de la delincuencia luego de que un motorista de un microbús de la Ruta 140 fuera asesinado, por supuestos pandilleros, ayer en el proyecto Santa Teresa, en San Martín.
La víctima fue identificada por su parientes como Walter Montano, quien la noche del lunes fue vapuleado hasta que murió. Las autoridades no revelaron el probable móvil del homicidio.
El asesinato del motorista se suma a otros dos ataques cometidos contra tres empleados del transporte colectivo, registrados el fin de semana en Ahuachapán y La Libertad. Dos de las víctimas perecieron y la otra sobrevivió.
Ante estos hechos, los transportistas denunciaron que temen que las maras incrementen las agresiones contra el gremio para intimidar a sus miembros y exigirles el pago de las extorsiones.
En otro hecho, un adolescente de 17 años, de nombre Henry David Herrera, fue ultimado a balazos por varios hombres vestidos con uniformes similares a los que utilizan los militares.
Herrera fue asesinado la noche del lunes en la finca San Lorenzo, en Quezaltepeque, La Libertad.
Las autoridades se negaron a brindar más información sobre el ataque.
Además, un hombre que se dedicaba a cargar bultos en los alrededores del mercado La Tiendona, en San Salvador, fue ultimado ayer en la avenida Peralta, cerca de la Terminal de buses de Oriente.
La víctima se llamaba Joaquín Antonio Alvarado y tenía 39 años. Por esta muerte, no hubo capturas, pese a que cerca de la escena había policías regulando el tráfico vehicular.
Más tarde, las autoridades reportaron el hallazgo de un cuerpo descompuesto dentro de un pozo en la colonia El Paraíso, en Usulután. Se presume que es una mujer que había desaparecido en la zona.