Sistema de salud está gravemente enfermo, según médicos

El sistema está fragmentado, lo cual genera "duplicidad de gastos", según el Colegio Médico

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La falta de máquinas obliga a dar respiración asistida manual a los pacientes en los hospitales.

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2013-10-02 9:00:00

La Salud Pública tiene síntomas de estar enferma desde hace décadas en El Salvador. Pero, según médicos y sindicalistas, su estado se ha vuelto más grave y delicado en los últimos años.

Así lo afirman el presidente del Colegio Médico, Milton Brizuela; el secretario del Sindicato de Médicos del Hospital Rosales (Simerh), Alcides Gómez; y el secretario general del Sindicato de Médicos del Hospital Zacamil (Simehzac), Carlos Ramos Hinds. En el marco de la más reciente huelga protagonizada por el personal que labora en los hospitales públicos, El Diario de Hoy les preguntó cuál es su diagnóstico del Sistema Salud Pública.

Lo primero que destacó el presidente del Colegio Médico es lo fragmentado que está el sistema. Pues los servicios médicos públicos son ofrecidos por: el ISSS, Bienestar Magisterial, Sanidad Militar, el ISRI y el Ministerio de Salud.

En su opinión, “ni este gobierno, ni los anteriores” han intentado resolver esto. Brizuela considera que esa fragmentación general duplica gastos.

El Colegio Médico aspira a que, en algún momento, haya un ente rector capaz de dirigir todos los subsistemas de salud y que garantice que la atención en salud sea equitativa. Brizuela considera que actualmente, los derechohabientes de Bienestar Magisterial o del ISSS “tienen más posibilidades” de sobrevivir a una enfermedad grave o compleja que las personas que solo tienen acceso a los hospitales públicos. “Eso no es ético, no es correcto. No hemos visto que exista un interés de resolver este problema”, dijo.

Gómez coincide con él y señala que una “verdadera reforma” del sistema de Salud, debería consistir en garantizar, por ley, “que todos los salvadoreños pudiéramos asistir a cualquier hospital del sistema: sea del Seguro Social o sea público”.

Los desaciertos

A la fragmentación del sistema de Salud Pública se suma una paradoja: el hecho de que el Ministerio de Salud ha tenido más dinero a su disposición en los últimos cuatro años, pero eso no se ha reflejado en una mejor atención.

Según los números que maneja Brizuela, el presupuesto del Minsal se duplicó. En su informe de Rendición de Cuentas, Salud informó que de un presupuesto de $371.4 millones en 2008, pasó a tener uno de $625. millones para este año.

Tanto Brizuela como Ramos Hinds y Gómez consideran que Salud apostó demasiado por la la creación de los Equipos Comunitarios de Salud, mejor conocidos como Ecos.

“Con llevar medicina curativa, que es lo que están haciendo los Ecos, no resolvemos los problemas”, asevera el presidente del Colegio Médico. Él reconoce que había necesidad de acercar la atención médica a la población rural, pero cree que debe hacerse de forma “gradual”.

Al respecto se pregunta: “¿De qué me sirve llevarles médico si el médico no lleva medicamento, si el médico no tiene capacidad de hacer exámenes clínicos adecuados, si a la población no le cambiamos sus niveles de pobreza, su forma de alimentarse, sus servicios básicos?”.

De la misma opinión es Gómez: “Nosotros intuimos que se gastó demasiado dinero en los Ecos pero se dejó muchos hospitales y unidades de salud desabastecidas”.

La falta de medicamentos, reconocen los entrevistados, ha sido un mal heredado de administraciones pasadas. Pero antes, advierten, lo que faltaban eran medicinas caras o exclusivas de enfermedades poco comunes, sin embargo ahora falta lo básico.

Ramos Hinds hace un recuento: “No ha habido antibióticos, analgésicos, relajantes musculares, antiespasmódicos, antihipertensivos, insulina, glibenclamida, metformina, colirios (…) guantes, algodón, esparadrapo. (…) Eso bordea como una realidad paralela o un cuento de ciencia ficción”.

La falta de fármacos e insumos ha obligado a los pacientes, en muchas casos, a hacer un esfuerzo económico para obtenerlos.