Deportan a un nicaragüense prófugo de justicia

El extranjero portaba un pasaporte salvadoreño y utilizaba una identificación diferente, sin embargo no logró despistar a las autoridades.

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El nicaragüense Claudio Reynaldo Corea se hacía pasar por Javier Antonio Aguilar cuando fue detenido. Foto EDH / FGR.

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2013-10-29 7:00:00

El nicaragüense Claudio Reynaldo Corea, detenido el lunes por la noche en el Aeropuerto Internacional de El Salvador tras haber una orden internacional de detención, fue devuelto a su país ayer por la tarde.

El director de la Policía, Rigoberto Pleités, confirmó a periodistas del vecino país que el extranjero “no cumplió con los requisitos para ingresar al país” y “se quedó en el área internacional, donde fue custodiado hasta en que fue devuelto a Nicaragua”.

De acuerdo con la Policía Nacional de Nicaragua, Corea “es un narcotraficante, un pez gordo como se le dice popularmente”. Corea es “el presunto jefe de la banda Los Guachinangos, de la cual hay 12 condenados en Nicaragua por tráfico de drogas”.

La Fiscalía informó que la detención de Corea el lunes por la noche fue gracias a la coordinación de las autoridades de ambos países.

A la hora de la captura, el nicaragüense portaba un pasaporte salvadoreño con su fotografía, pero con otro nombre: Javier Antonio Aguilar.

De lo que no hay duda para las autoridades salvadoreñas es que el sospechoso tenía difusión roja por los delitos de lavado de dinero, narcotráfico y crimen organizado, indicaron las autoridades.

La estructura delincuencial a la que supuestamente Corea pertenecía fue desarticulada en el 2011, a través de la “operación Siete Mares”, según medios de nicaragüenses.

Sin embargo, en esa ocasión Corea no logró ser procesado.

Los integrantes de la banda Los Guachinangos y que según la Policía de Nicaragua eran remanentes de esa banda delincuencial fueron detenidos en siete allanamientos realizados en Jinotepe, Santa Teresa y la zona costera de Diriamba.

Junto a su detención, la Policía les decomisó seis vehículos, entre ellos dos camionetas caleteadas donde se encontraron partículas de cocaína, tres motos, dos lanchas y cinco propiedades situadas a orillas del mar.

En la zona costera les confiscaron además cinco viviendas, dos de ellas aún en construcción, 12 electrodomésticos y abundante dinero en efectivo.

Todos los bienes decomisados fueron entregados en calidad de depósito a instituciones nicaragüenses como el Ejército, Universidad Agriara, la Policía y la Procuraduría.

Los bienes y las propiedades a nombre de esta banda y que pasaron a manos de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua suman más de un millón de dólares.

Autoridades nicaragüenses esperan que esta vez que Corea sea enjuiciado.