Fuentes de la PNC aseguraron que desde que comenzó la tregua entre pandillas se ha dejado de aplicar el artículo 345 del Código Penal que se refiere a la criminalización de las pandillas.
“Prácticamente ha quedado engavetada porque no está siendo aplicada con esto de la tregua”, dijo un oficial policial que desistió identificarse.
Aseguró que en vez de seguir con la persecución de los pandilleros, las autoridades de la Policía emitieron un plan preventivo que se iba a echar andar en aquellos municipios que fuesen declarados como libres de violencia.
En el referido plan se contemplaban al menos siete acciones que deberían de cumplir los policías con aquellos “jóvenes en riesgo”, pero que según fuentes de la Policía no eran más que pandilleros que residen en esas comunidades.
Entre las actividades a ejercer por los policías figuraban reuniones periódicas con los jóvenes en riesgo para hacerles conciencia de los peligros que representan el incorporarse en las pandillas.
También otras de las misiones asignadas a los policías “comunitarios” era que tenían que verificar los niveles de riesgo en cada uno de esos municipios para adoptar las medidas a implementar.
Además, contempla la responsabilidad de los policías de evitar de que los jóvenes que estaban dispuestos a incorporarse a los esfuerzos de “pacificación” no fueran agredidos por pandillas rivales.
Promover que estos jóvenes en riesgo participaran en las actividades preventivas en las comunidades era otra responsabilidades de los policías según el plan y también les asignaban la obligación de inducir a los adolescentes que de alguna manera ya tenían vínculos con las pandillas a incorporarse a la reinserción social y alejarse de la violencia.
Además los policías tenían la obligación de inducir a estos jóvenes en riesgo a incorporarse a la sociedad y también ejercer un control sobre ellos.
Agregaron que la tregua entre las pandillas, además de haberlas fortalecido, están consolidando el control social, económico, territorial y de seguridad en aquellas comunidades en las que tienen fuerte presencia.
Aseguraron las fuentes que en algunos municipios con presencia de pandilleros, estos les exigen el Documento único de Identidad (DUI) a las personas que no residen en esos sitios y que no son conocidos por ellos. Los registran como si ellos fueran las autoridades, denunciaron. La medida sería para saber si la persona reside o no en un lugar con presencia de la pandilla rival.
De hecho, informes de la Inteligencia Policial dan cuenta de que la expansión de las pandillas hacia colonias, comunidades y municipios para aumentar el control territorial en lugares donde anteriormente no tenían presencia se ha incrementado en un 40 por ciento en los últimos meses.
Además el abandono de las viviendas en lugares con alta presencia de pandillas ha tenido un aumento del 35 por ciento.
A eso se le suma que los cabecillas han cambiado de estrategia y ahora, además de reclutar a niños entre 10 y 12 años, aprovechan para entrenarlos con el propósito de convertirlos en sicarios porque no se les puede imputar ningún delito, según las leyes de menores.
“El control de la Policía en los lugares con presencia de pandillas se comenzó a perder desde el inicio de la tregua”, dijo un investigador. Agregó que la supuesta tregua les ha servido para que les den beligerancia y reconocimiento internacional a las pandillas.