El segundo día laboral para millares de personas que transitan a diario por la alameda Juan Pablo II se volvió tedioso y es que la mayoría, aún, mostró su desconcierto al no encontrar las paradas del transporte público.
Los afectados cuestionaron al Viceministerio de Transporte sobre los tramos cerrados por la construcción de los carriles segregados del Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss).
Y es que la zona de trabajo es, desde el monumento al beato Juan Pablo II hasta el parque Infantil y no en toda el área están ejecutando obras.
Los puntos de trabajos se han enfocado frente a la Terminal de Oriente y desde el inicio de la alameda hasta el parque Centenario. En las cuadras restantes, de la 10a Avenida Norte hasta el parque Infantil estas lucen sin ningún trabajador y no hay señales de demolición del asfalto.
“Si no hubieran cerrado todo, sino que por partes, quizá no nos viéramos en la preocupación de encontrar nuestra parada y de caminar largas cuadras”, detalló Lucrecia Viana, quien viaja de San Marcos hacia la Escalón todos los días.
La Unidad de Comunicaciones del Sitramss argumentó que así es el “tren de trabajo” y que cada día van “avanzado” en la vía.
“A diario vamos caminando con una nueva intersección. Hemos planteado que para este viernes ya estemos trabajando a la altura del parque Infantil. Vamos rápido”, aseveró la unidad.
Si bien por la mañana el transporte público respetó la disposición de que no debía circular por los tramos intervenidos, al mediodía algunas rutas como las 52 y la 29 transitaron por la Juan Pablo II, haciendo pesado el tráfico.
Otra de las medidas que provocó más confusión en la ciudadanía fue que ningún bus ni microbús tenía permiso de parar frente al Parque Infantil. “Pero ayer (lunes) sí pararon aquí en el Infantil y hoy (ayer) ya cambian las cosas. Dicen que es allá por el Centro de Gobierno y mañana van a decir que hay otros cambios”, dijo Gerardo Araujo, uno de los afectados.
En la 11a Calle Oriente los automovilistas se enfrentaron al congestionamiento que se ocasionó por el tránsito de 14 rutas, cuyos choferes paraban donde se les antojó y no en los lugares autorizados.
Obras simultáneas
La carretera Panamericana hacia occidente y las calles aledañas son otras de las zonas en las que los usuarios se quejan por los embotellamientos vehiculares.
“El tráfico a veces es fluido otras pesado pero es incómodo acostumbrarse a este trajín”, comentó Jairo Navas, otro de los afectados.
En el Bulevar del Ejército también se reportó tráfico pesado en el carril que viene de oriente a occidente.
El nudo de automotores se originó al cruzar en la 50a Avenida Norte (a la altura de Molsa) y es que a metros de esa zona convergen con la calle Agua Caliente, en la cual se constató que la fila de transporte público y particular empezaba desde la Troncal del Norte hasta el centro de Soyapango.
El presidente Mauricio Funes reconoció que es necesario implementar un “dispositivo que traiga menos complicaciones en las horas picos”, por lo que anunció que se reuniría ayer con autoridades del Ministerio de Obras Públicas y de la Policía de Tránsito para analizar “que otros dispositivos y mecanismos alternos” serán implementados.
Los centenares de afectados están a la expectativa de que cambien o mantengan el plan de gestión de tráfico. Hoy se cumplen cinco días de trabajos y aún hay confusión en los que utilizan la vía. Mientras se enfrentan al calvario de llegar a sus destinos.