Pandillas gozaron beneficios en exceso

Exviceministro de Seguridad Douglas Moreno sostuvo que les permitieron ingreso de prostitutas

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Las prebendas a las pandillas en las cárceles han sido parte de una negociación con las autoridades. Fotos EDH / Marvin Recinos

Por Jorge Beltrán David Marroquín sucesos@eldiariodehoy.com

2013-10-05 6:00:00

El exviceministro de Justicia y Seguridad Pública Douglas Moreno aseguró ayer que el proceso de tregua les permitió a los pandilleros encarcelados tener “beneficios en excesos que no son amparados por la ley penitenciaria”, pero que los autorizaba el anterior ministro de Justicia y Seguridad Pública David Munguía Payés.

Aseguró que cuando él asumió la Dirección de Centros Penales tuvo que suspender una serie de beneficios de los que gozaban los reclusos porque no están permitidos por la Ley Penitenciaria.

Sin embargo, lo que le llamó la atención es que todas esas prebendas que habían sido eliminadas al principio de su administración, volvieron a ser incluidas en el proceso de lo que llamaron la tregua entre las pandillas.

Uno de los abusos fue haber permitido el ingreso de orquestas y grupos musicales para la diversión de los pandilleros en los centros penales, lo que violentaba la referida ley.

“El entretenimiento no debe de estar basado en que entren orquestas a que toquen (a las cárceles)”, dijo Moreno, y agregó que también se permitió que volviera a operar una red de prostitutas en los penales donde están recluidos los pandilleros con el aval de las autoridades de Seguridad Pública.

“Te voy a decir los beneficios que la ley no los amparaba, meter prostitutas, la red de prostitución la teníamos clara, y esa era por la que yo había luchado para que se evitara, pero empezaron a entrar prostitutas”, dijo Moreno.

Sostuvo que “esa red de prostitución que yo había evitado que entrara, esa fue una facilidad que se dio que no permitía la ley, que volviera a entrar la red de prostitución que había (antes)”.

Explicó que la instalación de televisores con intenciones terapéuticos para la población reclusa es permitido por la ley, pero la instalación de televisores “a diestra y siniestra eso es un desorden”.

Sostuvo que a su llegada al frente de la Dirección de Centros Penales tuvo que retirar cientos de televisores que estaban en poder de los reclusos porque no estaban bajo un programa de terapia para distracción de los internos y además tuvo que ordenar la eliminación de los servicios de cable por televisión.

Otros internos tenían cocinas y hasta refrigeradoras en el interior de las penitenciarias.

Sin embargo, al iniciarse este proceso de la tregua “regresaron los cientos de televisores y otra vez el servicio de cable por televisión y eso fue un exceso a la Ley Penitenciaria”, dijo Moreno. Agregó que “entonces yo saco eso, pero en el proceso de esto (de la tregua) vuelve a entrar todo eso, con la autorización del ministro (Munguía Payés)”.

El Diario de Hoy en distintas publicaciones denunció una serie de irregularidades que se daban al interior de los penales donde se encuentran recluidos los pandilleros de forma paralela a la disminución de los homicidios como parte de la tregua que según las pandillas tenían entre si.

En una de las investigaciones periodísticas se denunció el ingreso de una menor de edad que llegaba a prestar sus servicios sexuales a algunos de los cabecillas de las pandillas con el aval de las autoridades.

Otras de las prebendas de las que gozaban los pandilleros y aunque según Moreno, era un práctica vieja, era el ingreso de comida rápida y que se supone pagada por los pandilleros.

“Hubo exceso de comida permitida por la ley”, dijo el exviceministro de Seguridad.

Al cuestionarlo si la tregua de las pandillas se había pactado sobre una negociación entre el gobierno y los cabecillas de las pandillas para que estas recibieran privilegios en los penales, Moreno dijo que “si las prebendas se toman como que las prostitutas volvieran a entrar, si las menores de edad volvieran a entrar, si meter botellas de licor, si entrar las bandas musicales, eso era parte de una negociación, entonces sí se dio una negociación de esa forma”.

Aseguró que cuando él asumió el Viceministerio de Justicia y Seguridad Pública le fue asignado la tarea de trabajar en la prevención de la violencia y la delincuencia en las comunidades, por lo que no se daba cuenta de lo que ocurría en el sistema penitenciario, sino hasta la destitución del anterior director de Centros Penales Nelson Rauda.

La salida de los cabecillas de las pandillas de los penales donde estaban recluidos para dar conferencias de prensa y hasta para participar en entrevistas televisivas eran parte del proceso de la tregua y de los beneficios de los que gozaban.

“Las salidas de los cabecillas ordenadas por el ministro anterior y con potestad total del presidente (Funes)”, reveló Moreno.

Pero el hecho que puso fin a los privilegios con los que contaban los cabecillas de las pandillas en las cárceles fue la salida de Carlos Ernesto Mojica Lechuga, apodado el viejo Lin y cabecilla de la mara 18; y Dionisio Umanzor, apodado el Sirra y cabecilla de la mara Salvatrucha (MS).

La salida de los dos cabecillas pandilleros para ser entrevistados en un culto religioso del Tabernáculo Bíblico Bautista y la cual fue transmitida por el canal 17 de televisión le costó el cargo de director de Centros Penales a Nelson Rauda, quien fue destituido por el actual ministro de Justicia y Seguridad Pública Ricardo Perdomo.

A juicio de Moreno, Rauda fue el chivo expiatorio porque Perdomo supo de la salida de los dos pandilleros y no hizo nada por evitarlo.

“No lo hubiera hecho el director de Centros Penales (Rauda), sino se lo autoriza el ministro actual (Perdomo)”, dijo Moreno, quien sostuvo que él renunció al cargo de viceministro de Seguridad Pública antes de que Perdomo lo separara del cargo.

Luego de este incidente, Perdomo cambió su discurso y aseguró que desde su llegada al Ministerio se le iban a suspender todos los privilegios de los que gozaban los pandilleros en las cárceles y que no estaban contemplados en la Ley Penitenciaría.

Desde ese momento se les suspendió las conferencias de prensa a los cabecillas de las pandillas y también las salidas de un reclusorio a otro. Eso habría provocado el alza de los homicidios desde mayo pasado.

Moreno aseguró que él en ningún momento supo si los cabecillas de las pandillas recibieron dinero como parte de lo pactado para reducir los homicidios. “Yo no digo que no pasó, lo que digo es que no tengo conocimiento de eso”, dijo Moreno.